No aplicar la reforma educativa es igual a matarla

Cuando el gobierno federal admitió que invitará a la CNTE a negociar el modelo educativo, prácticamente condenó a muerte su reforma educativa. Y es que una ley que se negocia –o que no se aplica como se debe–, es una ley muerta.

En entrevista para La Otra Opinión, el Doctor Carlos Ornelas calificó de terrible que la secretaría de Gobernación admita que dialogará el modelo educativo. Para el experto en temas educativos, es inaceptable que frente a la beligerancia de la CNTE, la autoridad de marcha atrás en uno de sus proyectos más ambiciosos.

Carlos Ornelas recordó que al inicio de su sexenio, Enrique Peña parecía un profeta armado con las herramientas, la estrategia y los aliados para dar órdenes y empujar reformas. No obstante, hoy día el presidente parece pedir disculpas y hasta ruega para que los grupos radicales obedezcan las leyes que se aprobaron al inicio de su sexenio. Es decir, el gobierno resultó ineficaz.

Las células radicales no dejaron pasar este hecho y aprovecharon su habilidad para influenciar a la opinión pública –a través de la prensa militante, las redes sociales y la propaganda–, y consiguieron que sectores amplios se convenzan de que la reforma educativa es privatizadora, de que los maestros que reprueban serán despedidos y de que el gobierno quiere castigar al magisterio.

Es así, con verdades a medias y mentiras completas, que la CNTE sentó las bases del conflicto que explotó luego de los hechos violentos de Nochixtlán. Y es que los muertos del operativo fallido en Oaxaca no sólo dieron un pretexto al magisterio para regresar a las calles sino que acallaron las voces que empujaban a la reforma, en especial, la de Aurelio Nuño.

Pero hay más. En palabras de Carlos Ornelas, si el presidente y el secretario Osorio encargan al subsecretario de Gobernación Luis Miranda que lleve la batuta de la negociación que viene con la CNTE, seguramente el magisterio se saldrá con la suya. ¿Por qué?

Porque Miranda fue el responsable de financiar a la Coordinadora en los primeros años del sexenio. Por eso de tener influencia en tres estados, la CNTE se convirtió en un movimiento de alcance nacional. Algo muy similar a lo que ocurrió en el estado de México –cuando Luis Miranda fue secretario de Gobierno–, y se intentó comprar la paz a Antorcha Campesina al grado de convertirla en una amenaza real para la estabilidad en el estado.

Por eso, precisó Ornelas, si Miranda es el responsable de la negociación, no sería extraño que se libere a los “presos políticos”, que se suspendan las órdenes de aprehensión en contra de los líderes de la Coordinadora e, incluso, que se paguen los salarios caídos y se evite el despido de los maestros faltistas.

Por todo lo anterior, en estas condiciones de negociación, todo indica que la reforma educativa no se aplicará como debe. O si lo prefiere, que la reforma se negociará y se hará efectiva en partes. Que en otras palabras, es como decir que la reforma –en tanto incompleta– estará muerta.

Por lo que se ve, la Coordinadora parece levantarse con el triunfo en este enfrentamiento con la autoridad. Ya que no sólo se saldrían con la suya en el revés a la reforma; además mantendría una base amplia de financiamiento al interior de las comunidades. Después de todo, con chantajes y mentiras, la CNTE sacaría dinero a los padres de familia y con eso subsanaría los candados que la secretaría de Hacienda impuso a sus cuentas bancarias.

Más aún, en opinión de Ornelas, la sección 22 se consolidaría como un actor insurreccional, en oposición abierta al Estado; que siempre que ve el río revuelto logra una sustantiva ganancia.