El pasado fin de semana un perrito muró en Sonora luego de que dos menores de edad le colocaron pirotecnia en el hocico para grabarlo mientras explotaban.
El animal fue atendido de emergencia en una clínica veterinaria de San Luis Río Colorado, pero al final murió a causa de las heridas.
Por estos hechos, los dueños del perrito que se llamaba Cornelio acudieron a la Fiscalía del Estado para interponer una denuncia y exigir justicia.
De acuerdo con el testimonio de la dueña de Cornelio, los padres de los menores le expresaron que ella tuvo que haber “dormido” a su mascota desde el día 3 de diciembre cuando ocurrieron los hechos. Y que ellos no se harían cargo de los gastos veterinarios.
“La verdad estoy muy molesta, muy enojada, por lo que hicieron los papás de los niños. Por el asunto de que mi familia fue y les tocaron en su casa para decirle a la señora lo que había sucedido, y sin embargo me lo dejaron (al perro) desde las 4 de la tarde tirado ahí, hasta las 7 que yo llegué de mi trabajo lo pude llevar a la veterinaria. Lamentablemente ya me dieron la noticia de que mi perro había fallecido”, narró la afectada en un video en vivo transmitido por una página dedicada al rescate de perros callejeros.
“No voy a dejar las cosas así, voy a proceder, porque nosotros como padres debemos darle el ejemplo a nuestros hijos”, advirtió.
“Para muchos podría ser un simple perro, pero era parte de mi familia”.