NI SUMISIÓN NI MIEDO. LA FUERZA DE LAS VOCES FEMENINAS

DRA. MARÍA ELENA

El 8 de Marzo fue designado en 1975, por la Organización de las Naciones Unidas, como el “Día Internacional de la Mujer”; cuyo tema este año quedó estipulado como, “Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19”.

Nuevamente las mujeres salieron a las calles en demanda de justicia, a exigir el combate a los feminicidios y dar freno a la impunidad.

Voces que demandaban poner freno a la discriminación femenina que históricamente se ha construido por medio de procesos complejos de estigmatización, marginación y exclusión, en donde han sido consideradas como diferentes y justificando así el control social.

Voces que plasmaron en la fuerza de su consignas que las mujeres ya no están dispuestas a seguir ocupando el lugar de subordinación que la cultura les ha construido, sino a dar cuenta que son seres humanos que se han hecho responsables de su deseo, de su capacidad de gozar, de amar, de producir y que han tomado en sus manos los destinos de su vida.

Voces que dejaron claro que las mujeres ya no están dispuestas a tolerar el machismo ni conductas misóginas y mucho menos de los líderes de este país cuya respuesta a las demandas sean muros, gases, francotiradores, el despliegue de numerosos policías. el apoyo incondicional a un candidato a gobernador acusado de violación, la estigmatización y el pretender no verlas.

Voces que buscan romper con la desigualdad de género en donde ninguno de los dos sexos deba de ser indiscriminado y dominados para reconocer la alterada que conduzca a lograr concebir dos sujetos autónomos en lugar de negar la existencia de uno de ellos, de la mujer.

Las mujeres han logrado contactar con su fortaleza interna, ha dejado de tener miedo, han logrado dejar atrás el estigma construían de forma sociocultural que la colocaba como un ser devaluado y que se volvió un poderoso muro que le impedía tener su propio desarrollo.

El 8 de marzo del 2021 y a pesar de la pandemia, de muros y de actitudes machistas y devaluatorias, quedó plasmado que las mujeres ya no están dispuestas a ser consideradas como sujetos de subordinación, de invisibilidad e inferioridad.

La lucha sigue y cada día la fuerza de las mujeres seguirá creciendo y seguirán gritando y gritando fuerte sin miedo y sin complejos de inferioridad para lograr posicionarse en una sociedad más justa en donde no exista ni desigualdad ni impunidad y en donde ni el machismo ni la misoginia tengan cabida.