POR: PSIC. MA ELENA SALAZAR P.
La palabra comunicación se define como el acto de comunicar algo. Por su parte, la
comunicación asertiva se define como una forma de dialogar con calma y respeto, que nos permite expresar lo que queremos decir, pero sin herir los sentimientos de las otras personas.
Sin embargo, en la relación de pareja, la mayoría de las dificultades se presentan por la mala comunicación o la no comunicación entre los integrantes de una pareja.
Es común que que en una relación surjan desacuerdos, aparezcan insatisfacciones, debido a ciertas actitudes o acciones en uno y en otro que pueden resultar molestas y es entonces cuando surge la necesidad de abordar dichas insatisfacciones pero que sin embargo a pesar de que “hablan” , en la mayoría de los casos no logran resolver el o los conflictos.
Por lo general, cuando las parejas intentan comunicarse lo hacen dirigiendo una serie de reproches:
“ tú dices, tu haces, tu no haces, tu reaccionas de tal o cual forma”.
Cuando cualquier ser humano recibe reproches o acusaciones, de manera automática va a poner en acción defensas contra aquello de lo que se le acusa. Es entonces que va a dejar de escuchar para colocarse a la defensiva.
Va a construir una barrera de protección que no le va a permitir escuchar, reflexionar y en su caso, aceptar la responsabilidad de sus actos y por el contrario, aquello que pretendía ser un espacio de dialogo se convierte en un ring en donde se lleva a cabo una batalla campal y un espacio de medir fuerzas, a ver quien gana.
Pero de esta manera, no hay ganadores solo sensaciones de frustración, enojo y dolor en ambos integrantes de la pareja al sentirse no escuchados, no comprendidos y si acusados y señalados como responsables de los conflictos existentes en la relación de pareja o incluso de que esta no funcione.
Una forma de comunicación asertiva entre la pareja es cuando lejos de hacerse reproches y
señalamientos entre ellos, puedan transmitirse como se siente uno cuando el otro actúa de cierta manera y viceversa.
Igualmente no es pedirle al otro que cambie determinado rasgos de carácter como la inclinación por el orden o el desorden, determinados gustos o preferencias, etc. Lo asertivo será hacer acuerdos o buscar soluciones para que ambos se sientan escuchados y comprendidos.
Finalmente, también es importante buscar el momento adecuado para poder hablar. El momento adecuado es aquel en que los dos estén dispuestos, de buen ánimo para escuchar y poder expresar y con la mente abierta para pensar, reflexionar sobre los conflictos que se puedan plantear y así poder encontrar soluciones.
Si esto no se logra, siempre se puede acudir por apoyo sobre todo si se desea continuar con la relación de pareja o si fuera el caso, para lograr una separación tranquila y madura.
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