Con el pesar de unos y con la alegría de otros, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador llegó a sus primeros 100 días y con ello ya nos podemos dar una pequeña idea de cómo nos irá en los próximos 6 años, o al menos las mujeres lo saben, y no, no es nada prometedor.
Con el título no se pretende poner en contra de Obrador a cada mujer mexicana, pero sí nos propusimos mostrar porqué las políticas de “amlove” no contemplan del todo a la población femenina del país.
Comencemos con las propuestas que el ahora mandatario realizó durante su campaña, una de ellas hablaba sobre la correcta política nacional de salud reproductiva, en ella pretendía basar la iniciativa orientada a resultados con base a la perspectiva de género, sin embargo, en los últimos días se ha desatado una gran controversia sobre la despenalización del aborto, en donde ni siquiera debería haber una discusión ya que según la Comisión de los Derechos Humanos el acceso a un aborto seguro debería ser un derecho universal.
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Otro de los puntos que tocó durante la campaña fue la erradicación de la violencia contra las mujeres, en ella buscaba generar un nuevo protocolo de atención a víctimas, perseguir crímenes de odio y evitar a toda costa la revictimización de la mujer, situación que parece haber olvidado cuando decidió terminar con el subsidio de diversos refugios dedicados a la protección y ayuda a mujeres y a sus hijos.
Asimismo, en tiempo de elecciones López Obrador aseguró que las mujeres serían incentivadas a lograr su independencia económica y obtener una mayor inclusión laboral, dos aspectos que se vieron perjudicados cuando el Gobierno Federal decidió eliminar el presupuesto para las Estancias Infantiles, mismas que fungen como apoyo para todas las madres que deben trabajar para mantener a su familia.
Por si esto no fuera poco, el tabasqueño se ha obsesionado tanto con detener el huachicoleo y la corrupción que ha dejado ver que “los demás problemas no son tan importantes”, como si dejar sin recursos a estancias que tratan el cáncer cervicouterino fuera una decisión cualquiera.
Muchas mujeres seguidoras de sus políticas han quedado decepcionadas, muchas de ellas pidieron este pasado 8 de marzo terminar con la violencia que tiene a México como el peor país para las mujeres a nivel mundial.
Entonces, estas mismas mujeres deberían levantar la voz y exigirles a las autoridades garantizarles regresar sanas y salvas a su casa, dejar de enviar una ubicación en tiempo real, dejarlas vestir como quieran, dejarlas decidir por su cuerpo, dar lo que se espera de todos los gobiernos: una buena calidad de vida y no sólo enriquecerse a costa de la vida de las mujeres.
