A menos de 15 días de que den inicio los trabajos de la próxima Legislatura en el Congreso de la Unión, en la que prácticamente cambiará por completo su rostro por la evidente mayoría morenista, ya hay “jaloneos” de poder por los cargos de influencia entre los militantes de Morena.
Las disputas son más claras en lo que corresponde al Senado de la República; en declaraciones y en los hechos Ricardo Monreal es el coordinador de la bancada morenista, por lo que falta establecer al presidente de la Mesa Directiva, lo que sería la oportunidad para Martí Batres, el otro alfil y operador de Andrés Manuel López Obrador. Pero el camino no es fácil para el exdirigente de Morena en Ciudad de México.
Para Monreal sólo habría tres posibles aspirantes a encabezar la cámara alta: Cristóbal Arias, Mónica Fernández e Ifigenia Martínez.
Por lo que, Batres fue evidentemente “desechado”. Incluso hay columnistas que lo colocan hasta en la comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, que si bien es la más importante por su trascendencia política, no es equivalente a encabezar el pleno.
Por ello, Martí Batres salió a decir que cuenta con apoyos claros para presidir dicha cámara, por parte de de Alfonso Durazo, próximo secretario de Seguridad Pública; de Armando Guadiana, excandidato a gobernador de Coahuila; y de Nestora Salgado, excomandanta de la Policía Comunitaria de Olinalá.
En medio de esto no hay que perder de vista la figura emergente de Cristóbal Arias, el exsecretario de gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas en Michoacán, quien se ha presentado como si ya tuviera la segunda posición de poder en la bancada.
Sería una jugada de “doble banda”, por ser el candidato favorito de Monreal y en término políticos sería darle una posición de poder al ingeniero Cárdenas.
En cuanto al liderazgo en la enorme bancada morenista, Mario Delgado, un incondicional de Marcelo Ebrard, es quien tiene más posibilidades aunque hay quienes siguen apostando a Dolores Padierna.
