Como parte de esta temporada de caza de científicos y de acoso a instituciones educativas, Morena acecha al Instituto Politécnico Nacional (IPN). Pretende modificar su estatus legal para hacerse del control de este centro educativo.
En San Lázaro hay una iniciativa de Morena para modificar la Ley Orgánica del IPN y hacer que de órgano desconcentrado de la SEP, se convierta en un organismo descentralizado de la administración pública, lo cual tiene un sinfín de implicaciones nada positivas.
Una de las consecuencias inmediatas sería que se reduciría al mínimo el subsidio que le da el gobierno federal al IPN, el cual se vería obligado a imponer cuotas elevadas a los alumnos, pues se vería obligado a generar sus propios recursos.
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Quiere privatizar al IPN
Además, al convertirse en organismo descentralizado, el IPN estaría en posibilidades de subrogar servicios, lo que ha sido interpretado por directivos y por colectivos de alumnos como la puerta a la privatización del “Poli”.
La iniciativa en cuestión llegó a San Lázaro mediante una muy burda maniobra. Durante la última sesión de la pasada legislatura del Congreso de Hidalgo, celebrada el pasado 3 de septiembre, la bancada de Morena dio un albazo e hizo aprobar esa propuesta de iniciativa de reformas a la Ley Orgánica del IPN.
Al ser aprobada la propuesta, el documento fue enviado como iniciativa formal a la Cámara de Diputados federal, en donde deberá ser turnada a las comisiones correspondientes cuando éstas queden formalmente instaladas.
La iniciativa generó una reacción enérgica de rechazo por parte de la comunidad politécnica, incluido su director general, Arturo Reyes, quien advirtió que no aceptarán una reforma regresiva que atente contra el derecho a la educación de los estudiantes.
El pretexto de Morena para meterle mano al IPN es que se le debe dotar de autonomía de gestión y se debe promover la democracia interna en la toma de decisiones.
La realidad es que Morena pretende adueñarse del Instituto para poner ahí a un director general a modo, que responda a los intereses de la “Cuarta Transformación” en momentos en los que el país se enfila hacia la sucesión presidencial.
JC
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