Ahora sí, en la víspera de la instalación de la nueva legislatura, Morena resiente la caída electoral que sufrió en las elecciones del pasado 6 de junio y que en su momento intentó minimizar.
Morena perdió el control que tenía de la Cámara de Diputados a través de la Junta de Coordinación Política, que ahora estará, a partir del próximo miércoles, a cargo del PRI y que año con año se rolará entre las tres principales fuerzas políticas.
La Junta de Coordinación Política es el principal órgano de gobierno de la Cámara de Diputados. Es la instancia en la que se decide el reparto del dinero, la que coordina el trabajo legislativo y la que define la agenda de cada sesión plenaria.
Morena tuvo el control de este órgano los pasados tres años, durante los cuales también tuvo la Mesa Directiva, a pesar de que lo prohíbe la Ley Orgánica del Congreso de la Unión.
Para la nueva legislatura Morena pretendía agandallarse y quedarse nuevamente con las dos posiciones pero a la mera hora entendió que eso no era posible, pues perdió la mayoría absoluta que en la actual legislatura le permitió hacer y deshacer a su antojo.
Pero el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador no solo perdió la Junta de Coordinación Política, sino que deberá ceder a la oposición algunas presidencias de comisiones relevantes en virtud de la nueva composición que tendrá la Cámara de Diputados.
Y pos si eso fuera poco, Morena también tendrá que entregar a sus rémoras del PT y del PVEM posiciones de relevancia en las comisiones, pues ambas bancadas crecieron lo suficiente como para convertirse en factores indispensables de una mayoría absoluta artificial que necesita el partido guinda.
Morena actualmente tiene 256 diputados, lo que le da la mayoría absoluta, pues rebasa el 50 por ciento del total. En la próxima legislatura tendrá 198 diputados, 58 menos. Esto representa claramente una caída grave, algo que no habían querido asimilar las cúpulas de eso que llaman “Cuarta Transformación”.
OFF THE RECORD
**VESTIDAS Y ALBOROTADAS
El pasado fin de semana, el presidente López Obrador hizo chuza al derribar las expectativas de cuatro senadoras con una bola lanzada desde Palacio Nacional.
Al trasladar a Olga Sánchez Cordero de la Secretaría de Gobernación a la Presidencia del Senado, el primer mandatario dejó a cuatro senadores suspirantes al cargo vestidas y alborotadas.
**¿EXTRAÑARÁ AL ESTADO MAYOR?
Si el Estado Mayor Presidencial aún existiera, el covoy del presidente no hubiera sido bloqueado el pasado viernes.
El EMP aplicaba protocolos que le permitían anticiparse a eventos como el de la CNTE.
Parece que el “pueblo bueno” ya dejó de cuidar a López Obrador. Y el EMP ya no está.
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