Hace horas, el Consejo General del INE echó abajo la candidatura de José Guillermo Fabela Quiñones, quien buscaba el gobierno de Durango con las siglas de Morena. ¿El motivo? La ausencia de una presentación de gastos de precampaña por parte del equipo del ahora excandidato.
Según Horacio Duarte, representante de Morena ante el INE, el resolutivo del árbitro electoral atenta contra las libertades políticas de su abanderado. En consecuencia, Morena buscará impugnar el resolutivo del Consejo del INE ante el Tribunal Electoral.
Sin embargo, lo que Duarte no explica es que, según los consejeros, Morena no avisó a tiempo que el señor Fabela Quiñones era su precandidato en Durango.
De hecho, durante semanas, Morena negó que tuviera un precandidato en Durango y cuando finalmente se decidieron a empujar la candidatura de Fabela, era tarde; no lo registraron a tiempo.
Lo que Duarte tampoco dice es que, ante la falta de información de Morena, fue necesario que el INE idagara sobre el activismo de Fabela Quiñones; y es que el partido de López Obrador nunca avisó que tenía la intención de construir esa candidatura.
Y Duarte tampoco dice que el INE intentó contactar al partido y a su candidato para que tuvieran la oportunidad de aclarar su cuentas –y salvar la candidatura–; pero nunca hubo respuesta.
Es así que, por no comprobar los gastos de precampaña, Morena se quedó sin candidato en Durango.
Una raya más al tigre. No hay duda, en Morena apuestan por la opacidad, por la trampa y por minar el trabajo de las instituciones.
