México no del todo exento de aranceles por acero y aluminio: Estudio

En la Nota de Coyuntura “Estados Unidos impone aranceles a las importaciones de acero y aluminio: consecuencias para la industria y el panorama del comercio internacional”, el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques (CEIGB) del Senado de la República presenta un análisis sobre la reciente decisión del Presidente estadounidense de gravar las importaciones de acero y aluminio.

Las reacciones internacionales que esto provocó, y el potencial impacto que su implementación práctica tendrá para ese sector económico y para los flujos comerciales internacionales en general.

De acuerdo con la investigación, la decisión de Donald Trump de otorgar exención a México y Canadá respondió a “’las circunstancias especiales que existen’ en referencia obvia al actual proceso de renegociación del TLCAN”. “La exención arancelaria para México, por lo pronto, significa que al menos 50 mil empleos que podrían haber sido potencialmente perdidos en la industria siderúrgica se mantendrán”.

A pesar de esto, México no librará por completo algún impacto de la medida, en vista de la internacionalización de las cadenas productivas. BEn un primer apartado, el documento comienza haciendo un breve recuento histórico de la importancia de la industria para Estados Unidos: “Desde principios del siglo XX y hasta la década de los sesenta, Estados Unidos fue el primer productor y consumidor de acero a nivel mundial, sin que ningún otro país siquiera se le acercara”.

En un primer apartado, el documento comienza haciendo un breve recuento histórico de la importancia de la industria para Estados Unidos: “Desde principios del siglo XX y hasta la década de los sesenta, Estados Unidos fue el primer productor y consumidor de acero a nivel mundial, sin que ningún otro país siquiera se le acercara”.

Basta recordar que, del total del acero que se produce en el mundo, el 13% está destinado a la industria automotriz y que México utiliza acero importado de terceros países para fabricar automóviles cuyo destino es precisamente el mercado estadounidense, lo cual podría dar lugar a una eventual controversia.

En última instancia, el documento concluye que la implementación de la medida podría desatar una guerra comercial, “cuyas implicaciones irían más allá de los precios y puestos de trabajo en la industria del acero, pues contaminarían otros sectores e industrias”. A este estado de cosas conviene incorporar la confirmación, este fin de semana, de las tarifas impuestas a importaciones chinas, incluidas las de acero y aluminio, estimadas en al menos 60 mil millones de dólares.

Nota Coyuntura a la que hace referencia el presente Boletín en el siguiente enlace: http://centrogilbertobosques.senado.gob.mx/docs/NC_ArancelAcero_Aluminio_200318.pdf