¿Qué es más fácil, sentenciar la verdad o matar a un periodista? Aunque el cuestionamiento se pueda leer algo crudo y voraz, es el escenario que se vive en México con el Gobierno en turno: Matar o callar a un periodista, es mucho más factible para la 4T.
Tenemos un gobierno que odia la verdad y que adula las mentiras, mismas que lo han posicionado en la Silla Presidencial. Sin embargo, estos ataques han trastocado la integridad de los comunicadores. Ya sea censurando medios, atacando a periodistas o poniendo en riesgo la vida de éstos mismos.
Carlos Loret de Mola, –el objetivo de AMLO para abatir con sus discursos pasados–, se ha convertido en el comunicador más atacado de la 4T, pues éste ha evidenciado la opulencia de la familia presidencial y dejando entrever los goces que la “izquierda” política y su bandera hipócrita hacia los “pobres”.
Hoy, ese discurso de odio hacia los comunicadores resuena en varios medios de comunicación. Ciro Gómez Leyva, titular de un noticiero en Radio Fórmula y gran crítico del gobierno de AMLO, no fue la excepción; tres días después de que el inquilino de Palacio Nacional rechazó los señalamientos de corrupción de su hijo mayor, periodistas y medios fueron sometidos a un linchamiento político.
Dicho lo anterior, trasciende que la política de censura en contra de la libertad de expresión ya violó el espacio de Gómez Leyva, pues éste, no encabezó su noticiero nocturno en Imagen Noticia como es habitual, especulando las arbitrariedades que el Gobierno Federal pudo implementar: CENSURA.
Sin duda, México se encamina a registrar uno de los años más violentos para la prensa tras el asesinato de cinco periodistas en menos de dos meses, una racha que no para de crecer debido a la impunidad.
SG
