Este 26 de enero se cumple un mes de que la aerolínea Mexicana de Aviación volvió a operar e hizo su vuelo inaugural desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Sin embargo, a pesar de este hito, se vislumbra un desafío considerable para que la aerolínea estatal logre alcanzar eficiencia operativa y rentabilidad en un mercado aéreo altamente competitivo.
Una de las deficiencias que presenta la aerolína militar es la falta de aeronaves, pues la flota de Mexicana de Aviación está compuesta por tres Boeing 373-800 y dos Embraer 145, aunque los anuncios previos aseguraban que la aerolínea contaría con un total de 10 aeronaves.
La expectativa es que la flota se duplicará este año con la adición de cinco aviones Boeing, según afirmó Luis Cresencio Sandoval González, líder de la Sedena. No obstante, hasta el momento, estos aviones aún no han sido adquiridos, y no se ha establecido una fecha concreta para su obtención.
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Otro aspecto que sufre la “renovada” aerolínea es la falta de pasajeros, pues, en los primeros 27 días de operación se transportaron un poco más de 15 mil pasajeros, sin embargo algunos expertos sostienen que con una flota tan limitada, la empresa enfrenta dificultades para alcanzar la autosuficiencia operativa, es decir, llevar a cabo sus operaciones sin depender de subsidios.
Asimismo, sufre de una limitación de destinos. Pues la escasez de aeronaves ha limitado su operación a solo 14 de los 20 inicialmente anunciados.
Hasta el momento, la aerolínea no ha presentado un modelo de negocio que indique los pasos a seguir para alcanzar la rentabilidad, lo que genera incertidumbre sobre su desempeño en los meses venideros.
Con información de Expansión
