Primero juarista, luego maderista y ahora resulta que el presidente Andrés Manuel López Obrador también es cardenista, pues asegura que lamenta que el perredista Cuauhtémoc Cárdenas no pudiera ganar las elecciones de 1988 para llegar a la Presidencia de la República.
“Sí, claro que sí, no, imagínense lo que sucedió, o sea, no voy a profundizar y con todo respeto, pero Salinas es el padre de la desigualdad moderna, para qué digo más”, comentó el tabasqueño.
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Para el mandatario la llegada de Carlos Salinas de Gortari fue el parteaguas en la política mexicana, pues considera que fue hace poco más de treinta años que se agudizaron las desigualdades sociales y económicas.
