#MásPoesía Víctor Sandoval

Montes de orégano.

 

Montes de orégano en la noche crecen

y se diluyen en la madrugada.

 

Un árbol es la torre de la iglesia.

Voltear la carga y aromar el aire.

En silencio los pájaros escuchan.

 

Andar como sonámbulo entre cerros;

despuntar de mañana:

 

Es la estrella en el polvo

erizada de espinas.

Es la flor y es el canto

que amanecen.

 

A ratos entre escombros y zozobras,

dormita el fugitivo de sí mismo.

 

Tomado de la antología de Juan Domingo Argüelles: Poesía mexicana. De la época prehispánica a nuestros días.