#MásPoesía Salvador Díaz Mirón

A ella

 

Semejas esculpida en el más fino

hielo de cumbre sonrojado al beso

del sol, y tienes ánimo travieso,

y eres embriagadora como el vino.

 

Y mientes: no imitaste al peregrino

que cruza un monte de penoso acceso,

y párase a escuchar con embeleso

un pájaro que canta en el camino.

 

Obrando tú como rapaz travieso,

correspondiste con la trampa el trino,

por ver mi pluma y torturarme preso.

 

No así el viandante que se vuelve a un pino

y párase a escuchar con embeleso

un pájaro que canta en el camino.

 

Tomado de la antología de Juan Domingo Argüelles: Poesía mexicana. De la época prehispánica a nuestros días.