#MásPoesía Salvador Díaz Mirón

Excélsior

 

 

Conservo de la injuria,

No la ignominia; pero sí la marca.

¡Sentíme sin dolor, cegué de furia,

y recogílo de sangrienta charca!

 

Y hórrido amago suena…

¡Así la racha en el desierto zumba,

cuando en crecientes vórtices de arena

corre a ceñir el árabe de la tumba!

 

¡Infames! Os agravia

que un alma superior aliente y vibre;

y en vuestro miedo, trastocado en rabia,

vejáis cautivo al que adularais libre.

 

Cruel fortuna dispensa

Favor al odio de que hacéis alardes.

Estoy preso, caído, sin defensa…

¡Podéis herir y escarnecer, cobardes!

 

Al mal dolos procuren

Fuerza y laurel que la razón no alcanza.

¡Aún sé cantar; y en versos que perduren

publicaré a los siglos mi venganza!

 

Sobre la impura huella

del fraude, la verdad austera y sola

brilla, como el silencio de una estrella

por encia del ruido de una ola.

 

Cárcel de Veracruz, Julio de 1892

Tomado de la antología de Juan Domingo Argüelles: Poesía mexicana. De la época prehispánica a nuestros días.