Escribo en ti
Me tocas sólo con mirarme
Te blinda la mirada
Géiser de carpas doradas
Esbelta marejada
Ciudadela erguida
Entre fortificaciones vacilantes.
No habrá piedra que sobreviva
Sólo tú permaneces
Y como escribo para ti
En tu espalda grabo
El aletazo de mi despedida.
Tomado de la antología de Juan Domingo Argüelles: Poesía mexicana. De la época prehispánica a nuestros días.