#MásPoesía Manuel Gutiérrez Nájera

En alta noche

 

¡Señor, Señor! Los mares de la idea

tienen también sus rudas tempestades:

mi espíritu en la sombra titubea

como Pedro en el mar de Tiberiades.

Hierven las aguas en que yo navego,

mi pobre esquife a perecer avanza…

Tú, que la luz le devolviste al ciego,

devuélvela a mi fe y a mi esperanza.

Surge, surge, Jesús, porque la vida

ágil se escapa de mis brazos flojos;

y el alma sin calor, desfallecida,

muy lentamente cierra ya los ojos.

Aparece en la inmensa noche oscura;

las conciencias te llaman… están solas;

y pasa con tu blanca vestidura

serenando el tumulto de las olas.

 

Tomado de la antología de Juan Domingo Argüelles: Poesía mexicana. De la época prehispánica a nuestros días.