#MásPoesía Jaime García Terrés

Escolio

 

Pero la corrupción, señores míos,

siendo tan inquietante, ni con mucho

es el despeñadero más temible,

que son peores a menudo

ciertos enjuagues veleidosos,

enfáticas reformas por encima, cedazos

no dedicados al remedio de los males

sino a dignificar la podredumbre

con abluciones de fariseísmo.

 

Tomado de la antología de Juan Domingo Argüelles: Poesía mexicana. De la época prehispánica a nuestros días.