La consulta popular sobre expresidentes del 1 de agosto para enjuiciarlos o no por corrupción y otros delitos “no es un proceso judicial sino político”, expresó Mario Delgado.
“Se trata de dar respuesta al clamor histórico de terminar con la impunidad, y ¿Qué mejor que juzgar a expresidentes que hicieron lo que hicieron en su tiempo?
“No se trata de un proceso jurídico, es un proceso político donde la gente puede salir y pedir justicia, es un ejercicio pleno en esta transición hacia una auténtica democracia”, señaló.
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Sin embargo, apenas hace unos días, el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, reconoció que tal consulta no es específicamente contra los expresidentes de México.
En entrevista para el diario El País, el jurista explicó que la pregunta fue redactada por el máximo tribunal de manera ambigua y general para evitar un tema de inconstitucionalidad. “Conscientemente se hizo de esa manera”, dijo.
Y como dijo Mario, señaló que la consulta no es una apelación a procesos judiciales, sino más bien a una especie de comisión de la verdad o a instrumentos no jurisdiccionales que pudieran generar una salida para sucesos dolorosos.
En otras palabras, este ejercicio es innecesario desde un punto de vista legal y un desperdicio de recursos públicos (tan escasos en estos momentos).
AIS
