El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera está a unas cuantas horas de dejar la jefatura de gobierno de la Ciudad de México para emprender una gira por toda la república, tratando de convencer sobre la factibilidad de un gobierno de coalición en enlace país.
A pesar de ser el número 2 de la lista para Senadores plurinominales en las listas del Partido Acción Nacional, Mancera Espinosa, quiere ir más allá.
Pese a tener un lugar asegurado en el Senado, por su perfil administrativo y académico, dejó entrever que aspira a ser fiscal general.
Sonaría bien esta posición para el ex procurador de la Ciudad de México, pero para obtenerla, sería necesario el aval de la mayoría de las fuerzas políticas en el Senado.
Lo anterior suena complicado incluso en el supuesto de que Anaya fuera presidente, ya que tendría un congreso con la mayoría de Morena y el PRI.
Tal vez Mancera cree merecer la Fiscalía porque al bajarse de la contienda presidencial de “Por México al frente”, no le queda más que aspirar ese cargo.
Sin embargo, la llegada de Mancera a la Fiscalía emularía lo que PAN, PRD y MC criticaron a Enrique Peña Nieto: un supuesto intento de imponer a Raúl Cervantes como “Fiscal Carnal”.
PAN y PRD, partidos hoy postulan a Mancera fueron los impulsores de que el anterior procurador no se convirtiera en fiscal general. Estos partidos consideraron a Cervantes como un fiscal a modo y lo etiquetaron como“fiscal carnal”, por su cercanía al presidente Enrique Peña Nieto.
Sin embargo, si el triunfo de Anaya y la llegada de Mancera a la Fiscalía se concretan, el mandatario capitalino se convertiría en “Fiscal Carnal” del Cerillo por su cercanía tanto con el candidato como con los partidos de la coalición que lo postulan. Cabe recordar que Anaya nombró a Mancera como coordinador del proyecto de su “gobierno de coalición”
