Maestros de Oaxaca no saben leer ni escribir

El conflicto magisterial no sólo ha dejado ver la ineficiencia del gobierno mexicano para evitar que grupos que atentan contra la paz social se salgan con la suya, también ha revelado una mafia al interior de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación que pretende dar marcha atrás a la reforma educativa y con ello mantener su influencia sobre la educación en México.

Sin embargo, muchos de los que participan en movilizaciones, bloqueos y confrontaciones con autoridades carecen de fundamentos sólidos para dar marcha atrás al proyecto de Enrique Peña Nieto y Aurelio Nuño, al tiempo que tampoco poseen habilidades para impartir clases o aspirar a una plaza en el sector público.

En entrevista para La Otra Opinión, Roberto Molina, periodista oaxaqueño, comentó que la situación en el estado es complicada no sólo por los paros de labores en muchas escuelas, sino además por la falta de educación que permea en los individuos que pelean por plazas u horas en instituciones.

En este sentido, el periodista y también experto en temas educativos dijo que es común encontrar entre los agremiados a la Coordinadora maestros que no saben leer ni escribir pero que así se atreven a impartir clases.

Por eso, es entendible el nivel educativo de los niños, pues según Molina, el problema no es actual.

“En los últimos 18 años en Oaxaca, además han surgido escuelas públicas de dudosa calidad en lo que refiere a sus planes de estudios y su plantilla de docentes, pero que que buscan reemplazar a las instituciones públicas debido a los constantes paros”, argumentó Molina.

Cabe destacar que el entrevistado tiene estudios en la Universidad Complutense de Madrid,  en la Universidad Camilo Cienfuegos de Cuba, en la Universidad Nacional Autónoma de México y en el Tecnológico de Monterrey, por lo que se tomó la libertad de exhortar a los maestros de Oaxaca a someterse a pruebas que demuestren si está en un error al declararlos ignorantes.

Sin embargo, en este portal consideramos que si la Coordinadora se niega a evaluaciones por parte del estado, es lógico esperar una respuesta nula por su parte al respecto, ¿o no?