Luego de la “tregua” que Maduro impuso a los medios de comunicación en Venezuela a cambio de otorgarles protección e insumos, el mandatario ofreció dar “una segunda oportunidad a los opositores violentos” que están encarcelados.
Sin embargo, al igual que con la prensa y la televisión, el sucesor de Hugo Chávez condiciona a los presos políticos darles su libertad, a cambio de que se comprometan a no protestar contra su gobierno, en pocas palabras por su libertad de expresión.
“En los próximos días me voy a atrever a tomar decisiones en ese sentido, en esa dirección”, añadió al respecto Maduro, quien condicionó las liberaciones a la firma de un compromiso por escrito. Hay que establecer que esos actores políticos para los que he solicitado medidas de beneficio y libertad, se comprometan por escrito, de palabra y de acción, a no volver a la conspiración, al complot, al golpe de Estado, a la guarimba (protesta violenta)”, advirtió.
Maduro con estas acciones está acabando con la libertad de expresión en Venezuela imponiendo su “diálogo de amor” (como pretende hacer “ya sabes quien en México). Su falta de palabra se ha visto en otras ocasiones con la libertad condicional a líderes opositores como Leopoldo López, que estuvo en prisión domiciliaria pero una noche el chavista lo sacó a la fuerza de su casa. López estuvo desaparecido un par de días, hasta que fue regresado a prisión domiciliaria.
El país sudamericano se encamina a una dictadura total luego que abolieran el poder del Congreso al instalar su Asamblea Constituyente, que le da poder absoluto a Maduro a aprobar y desaprobar leyes a su conveniencia.
