Los pleitos de Trump y AMLO contra los empresarios

Bien dicen que nadie escarmienta en cabeza ajena. Pero, quizá, para ver el futuro de México sólo hace falta asomarnos a la casa de nuestro vecino del norte, y prestar atención al pleito que –en las elecciones de 2016– protagonizaron empresarios y organizaciones no gubernamentales en contra del entonces candidato Donald Trump, a quien incluso llamaron “populista”.

Durante la campaña de Trump en contra de la candidata demócrata Hillary Clinton, organizaciones civiles como Avaaz se empeñaron en hacer un llamado para que los mexicanos residentes en Estados Unidos votaran en contra del magnate republicano, a quien consideraban “una amenaza global”.

La organización internacional Human Rights Watch, aseguró que la propuesta populista de Trump era una de las mayores amenazas a la democracia americana, que hasta entonces era considerada como un bastión de los derechos humanos. Mientras que el vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, lo calificó como un populista de derecha cuyas visiones políticas representaban una amenaza para la paz y la prosperidad.

Pero a la contienda en contra del posible (y ahora real) triunfo de Trump como presidente de Estados Unidos, también se sumaron diversos empresarios, como el fundador de Facebook,  Mark Zuckerberg; Arianna Huffington, fundadora del sitio web The Huffington Post; y Kenneth Frazier, el CEO de Merck, por mencionar algunos.

“Se requiere valor para escoger la esperanza sobre el miedo, para decir que podemos construir algo mucho mejor que lo tenemos”, afirmó Mark Zuckerberg.

“Como hemos visto en la contienda republicana hasta ahora (diciembre de 2015), los peores comentarios de Trump no son expresados sin repercusiones. Estos afectan el tenor de la conversación, frecuentemente moviéndose en la línea entre lo que es considerado popular y lo que es extremo e inaceptable”, indicó Arianna Huffington.

Los comentarios no son nuevos para la sociedad mexicana, pues empresas como FEMSA, Aeroméxico, Herdez, Vasconia, entre otras, han sumado esfuerzos por hacer un llamado del “voto razonado”, entre la población mexicana, de cara a las próximas elecciones del 1 de julio.

Ahora sólo hace falta hacer un ejercicio de reflexión sobre la forma en la que Donald Trump ha conducido su gobierno para saber qué es lo que conviene o no, al estado mexicano.