Los ignorados por el papa Francisco en México

En su visita a México, el papa Francisco se ha reunido con la clase política, con obispos, con jóvenes, con adultos mayores, con enfermos y con indígenas. Sin embargo, el Pontífice ignoró a otros sectores que también pidieron entrevistarse con él.

Por ejemplo, a través de un desplegado, la organización “Católicas por el Derecho a Decidir”  aplaudió la llegada de Francisco a nuestro país que –según dicen– está “sumido en una crisis severa de violencia, corrupción, desigualdad creciente e impunidad”. No obstante, la asociación cuestionó la laicidad del Estado, la falta de reconocimiento para las mujeres que deciden interrumpir su embarazo y la negativa de muchos por modificar el lenguaje para referirse a los homosexuales, quienes son como cualquier otra criatura de Dios.

Las “Católicas por el Derecho a Decidir” señalaron los principales retos que la Iglesia católica ha ignorado y que debería atender a la brevedad. Por ejemplo: la aceptación del uso de métodos anticonceptivos, la desaparición del encubrimiento de los crímenes de pederastia clerical, la reparación del daño a las víctimas de abuso sexual por parte del clero, la expulsión de los sacerdotes involucrados en casos de pederastia y la aceptación de las mujeres en el sacerdocio.

Esta agrupación añadió que los derechos de las mujeres siguen siendo soslayados por las enseñanzas que reafirman los roles tradicionales de servicio y de cuidado de los otros. Además, expresaron su inconformidad a que se siga prohibiendo el uso del condón y de otros métodos anticonceptivos a pesar del incremento en el número de embarazos adolescentes.

Y aunque el listado de asuntos ignorados por Francisco parece extenso, lo cierto es que no termina aquí. Hay otros temas a los que el Pontífice decidió no prestar atención. Por ejemplo:

A pesar de que en su homilía del sábado –en la Basílica de Guadalupe–, el papa aseguró que Dios se encuentra cerca de los padres que han perdido a sus hijos por el crimen, el argentino no se reunió con los familiares de las víctimas de desaparición; en especial con los de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Si bien la agenda de Francisco puntualizó entidades marcadas por los feminicidios como Ecatepec –en el estado de México– y Ciudad Juárez –en Chihuahua–, tampoco hubo acercamiento con los familiares de las víctimas.

En su momento, Francisco reconoció que no le correspondía jugar a la comunidad homosexual. Aun así, asociaciones civiles que promueven la agenda LGBT pidieron reunirse con el papa pero la solicitud fue rechazada por la Subsecretaría de Población, Migración y Asuntos Religiosos y por la Nunciatura Apostólica en México, según informaron los representantes de la organización.

Por otro lado, el papa envió sus condolencias a los familiares de los reos que murieron, tras una riña en el Penal de Topo Chico, en Monterrey, Nuevo León; no obstante, Francisco no se reunió con los familiares de los reclusos.

Cabe señalar que en su visita a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, Francisco escuchó el testimonio de una madre soltera, de una pareja de divorciados vueltos a casar y de un adolescente con discapacidad.

Finalmente, policías y medios de comunicación denunciaron las malas condiciones en que trabajan los agentes durante el operativo de seguridad con motivo de la vista del papa. Se sabe que algunos policías durmieron en cajeros automáticos, en camiones, se vieron en la necesidad de rentar habitaciones compartidas e incluso algunos pasaron la noche en la calle con jornadas de trabajo de más de 24 horas sin recibir alimentos de su corporación.

Sobre el tema, el pontífice no ha orado ni reconocido a los cuerpos de seguridad y también ha ignorado a las Fuerzas Armadas que pasan los días en las calles en el combate al crimen organizado.