“Sospecho que mi pareja me está siendo infiel y esta duda me está matando. Su celular está sobre la mesa, como dirigiéndome una invitación morbosa a escudriñar sus entrañas para encontrar evidencias de la infidelidad que con tanta intensidad niega.”
Los celos son una emoción natural que el ser humano experimenta por primera vez en el momento en que le nace un hermanito. Es entonces que los padres que solo lo cuidaban a él y cuya atención estaba centrada en sus necesidades, en lo que hacía o dejaba de hacer; ahora va a tener que compartir a esos padres con alguien más.
Sus necesidades ya no serán satisfechas de manera inmediata como en el pasado; con la presencia del hermano tendrá que aprender a esperar —su turno para ser atendido—, además de aprender a compartir a los padres también tendrá que compartir sus juguetes y quizás hasta su habitación.
Estos celos se van a manifestar a lo largo de su desarrollo y que se vuelvan patológicos o no, va a depender de diferentes circunstancias entre ellas, que el niño pueda ir desarrollando la tolerancia a la frustración.
La forma en que cada quien hace con ese sentimiento: si lo maneja y lo tolera o si lo actos teniendo conductas que pueden resultar agresivas hacia un tercero —pareja, hermanos, amigos, etc—, o hacia sí mismo es lo que va a definir si los celos son patológicos o no.
Es así que los celos se originan por el medio a perder algo que se piensa es de nuestra propiedad, es el miedo a ser excluido, a no ser elegido por algún otro, a no ser mirados. Es por esto que los celos se relacionan con la inseguridad y con una baja autoestima.
Sin embargo, resultan ser un sentimiento natural en el ser humano y no son exclusivos de la relación de pareja. También se pueden presentar en las relaciones de amistad, obviamente entre hermanos, o entre compañeros de trabajo.
Los celos en la pareja pueden surgir ante el miedo de perder a la persona amada; pero la diferencia estará marcada por la forma en que se aborde dicho sentimiento, si de una manera que fortalezca el vínculo de pareja o haciendo cosas que ofendan y agredan a la pareja.
Encierra mucha razón la siguiente frase de Molière (dramaturgo francés, 1622-1673): “El celoso ama más, pero el que no lo es ama mejor.
Si los celos se tornan insoportables e invaden la vida del ser humano, resulta imperioso poder acudir con un especialista que ayude a la persona a salir del infierno que resultan los celos inmanejables.
