López desmantela el Estado civil para centralizar nuevamente el poder político

“AMLO dejará, al final, un Estado aún más destartalado del que recibió, menos profesionalizado pero más clientelista y militarizado”

López desmantela el Estado civil para centralizar nuevamente el poder político
Foto: faroinforma.com.mx

Desde su llegada a la Presidencia, Andrés Manuel López Obrador se ha encargado de destruir aquellas instituciones que fueron creadas para ser un contrapeso del gobierno para doblegarlas y ponerlas a su servicio.

Con ello, ha frenado el avance de la profesionalización de la administración pública que se había trabajado y conseguido en las últimas décadas, y todo con tal de centralizar nuevamente el poder político del Estado.

Así lo señaló Jorge Javier Romero, investigador del Departamento de Política y Cultura de la Universidad Autónoma Metropolitana de Xochimilco, quien señaló el desmantelamiento que ha hecho López Obrador en su gobierno.

En su columna titulada “AMLO está demoliendo el Estado civil en México”, el especialista relata cómo fue que el PRI consolidó su poder en la Presidencia.

Para ello, expuso que el monopolio que ejercía el partido tricolor en el reparto del empleo público fue uno de los pilares para que se mantuviera en el poder.

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En ese sentido, indicó que en aquel tiempo el presidente era la cabeza de la burocracia y repartía a su voluntad los cargos administrativos y los puestos de elección.

La mayor parte de las tareas de dirección del Estado eran realizadas por operadores partidistas cuya función era ejercer el presupuesto donde se pudiera obtener más apoyo político, con horizontes temporales marcados por los períodos presidenciales, pues hasta 2003 no existía un servicio profesional de carrera que le diera permanencia general a la administración pública y, cuando este se creó por ley, se establecieron mecanismos de excepción que facilitaron la continuidad del reparto político de los cargos”, se lee en la columna.

Pero gracias a la pluralidad democrática que comenzó a surgir en 1990 fueron creados distintos órganos autónomos como el Banco de México (Banxico), la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), entre otros, lo cuales ayudaron a profesionalizar el servicio público y así poner fin al monopolio que ejercía el partido en el poder.

En estos órganos se ha ido gestando una nueva administración pública, mucho menos politizada, más especializada y permanente”, expone el investigador.

Sin embargo, Romero Vadillo aseguró que este avance se ha perdido desde la llegada de López Obrador al poder, ya que ha demolido buena parte de la administración pública a través de su política de austeridad.

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El gobierno, en nombre de la austeridad, del combate a la corrupción o del desmantelamiento del neoliberalismo, ha puesto en riesgo o desaparecido organismos que habían adquirido el carácter de servicios públicos profesionales relativamente despolitizados, en medio de una maquinaria estatal que históricamente ha funcionado como un botín para el reparto político del empleo y los recursos públicos”, enfatizó.

Por último, criticó que Andrés Manuel transfiera parte de las funciones del Estado civil a las Fuerzas Armadas al sostener que una gestión militar implica mayor opacidad y menor rendición de cuentas, “sin que existan evidencias de la mayor honestidad de los gestores castrenses”.

El gobierno de López Obrador dejará, al final, un Estado aún más destartalado del que recibió, menos profesionalizado pero más clientelista y militarizado. La tarea de construir una administración de carrera es una asignatura pendiente del proceso de reforma del Estado, necesaria para que México transite a un orden social de acceso abierto, capaz de generar incentivos para el desarrollo económico y social. En la agenda política del futuro, este tema debería ocupar un lugar central”, concluyó.

Con información de Washington Post

MSA