Liberación de Cienfuegos y las implicaciones

La liberación del general no le gustó a los congresistas norteamericanos y la relación bilateral entrará a una etapa ríspida con el arribo de Joe Biden a la Casa Blanca

Salvador Cienfuegos y la relación bilateral
Foto: EFE

El 15 de octubre de 2020, una noticia sacudió las altas esferas militares mexicanas, el ex titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) Salvador Cienfuegos Zepeda había sido detenido por elementos de la Agencia Antidrogas (DEA) en el aeropuerto de Los Ángeles, California.

Días después se supo que Cienfuegos estaba bajo investigación por supuestamente haber colaborado —algunos años— con un grupo del crimen organizado vinculado al antiguo cártel de los Beltrán Leyva.

En ese sentido, a ‘El Padrino’, como lo llamaron los agentes norteamericanos, le imputaron cinco cargos de lavado de dinero y conspiración para traficar drogas, aunque él se declaró inocente en la Corte de Brooklyn, Nueva York, ante la jueza Carol B. Amon.

Sin embargo, el 17 de noviembre, las autoridades norteamericanas desecharon los cargos en contra del militar retirado, lo liberaron y ese mismo día volvió a México —tras un “acuerdo diplomático”, como lo llamó el canciller Marcelo Ebrard—, donde se espera que la Fiscalía General de la República (FGR) continúe con las pesquisas hechas en Estados Unidos.

Más allá de que la FGR siga con la investigación contra Cienfuegos, el hecho de que la administración de Andrés Manuel López Obrador consiguiera que lo hayan liberado y no se vean intenciones de juzgarlo en nuestro país, definitivamente, mancilló la relación bilateral en materia de seguridad.

¿Cuáles son las implicaciones de la liberación de Cienfuegos?

Desde que Salvador Cienfuegos regresó a México poco se ha dicho sobre las indagatorias de la FGR en su contra; pero el Congreso ya avaló una reforma que impulsó López Obrador, con la cual se regula, aún más, el actuar de los agentes extranjeros en nuestro territorio.

Ese primer paso —que pareciera no tener nada que ver con el general— marca un distanciamiento, en materia de seguridad, entre las autoridades mexicanas y las estadounidenses.

Además, el pasado 16 de diciembre, el senador republicano Ted Cruz criticó a López Obrador —por medio de una carta que envió al fiscal William Barr y al secretario de Estado Mike Pompeo—, porque incumplió su promesa de investigar o acusar penalmente a Cienfuegos después de que lo extraditaron a México.

En el documento, Cruz manifestó su preocupación por la actitud del gobierno mexicano que socavó la relación bilateral establecida en materia legal y de seguridad.

“La premisa y promesa de su liberación fue que la administración de AMLO lo investigaría y si era apropiado, fincaría cargos bajo la ley mexicana”, reza la misiva.

Sin embargo, esos señalamientos no fueron los más serios, porque el legislador solicitó a los funcionarios que rechacen las peticiones del gobierno mexicano, porque lo ocurrido con Cienfuegos socava la relación bilateral, misma que debe revaluarse.

Cabe señalar que todavía falta conocer la estrategia bilateral del presidente electo Joe Biden, pero es un hecho que —por las decisiones que se han tomado México— será tensa y lo peor es que esa disputa solo beneficiaría a las organizaciones del crimen organizado.

Con información de Animal Político, Reforma y SDP Noticias

JZ