El intento de golpe de Estado propiciado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fracasó gracias a la fortaleza de las instituciones de ese país. Es una lección que deberíamos aprender en México.
Los primeros en actuar con institucionalidad fueron los jueces que durante todo el proceso de cómputo de votos se negaron a comprar las tonterías de Trump de invalidar las elecciones.
Luego, hicieron lo propio los altos mandos militares, quienes días antes de que el Congreso se reuniera para certificar la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales, se negaron a respaldar a Trump en su intentona de golpe.
Y el mero día D, el vicepresidente Mike Pence dio una muestra de institucionalidad al negarse a acatar la instrucción de Trump de impedir la ratificación del triunfo de Biden en plena sesión del Congreso, con el argumento de que no podía violar su juramento de respetar y hacer respetar la Constitución.
La actitud de Pence es destacable por el hecho de que pertenece al mismo partido de Trump, el Partido Republicano, y le fue fiel al presidente durante los cuatro años de su mandato. Sin embargo, en el momento clave, tuvo un comportamiento institucional y no faccioso, como pretendía Trump.
La alcaldesa de Washington DC, Muriel Bowser, también actuó con institucionalidad al enviar a la Policía Metropolitana a contener a las hordas trumpistas que irrumpieron violentamente en el Capitolio, aún con el riesgo de que hubiera hechos de sangre, como los hubo. No se trataba solo de proteger la integridad de los congresistas, sino de salvar a la democracia.
México debe aprender de las lecciones de Washington por la sencilla razón de que lo que ocurrió el pasado martes en el Capitolio ya lo vivimos –con sus variantes—el 1 de diciembre del 2006– cuando el ex candidato a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, intentó impedir por la fuerza la toma de posesión de Felipe Calderón.
En esa ocasión, fueron los diputados y senadores del PRD los que, siguiendo las instrucciones de López Obrador, intentaron tomar al tribuna de San Lázaro tres días antes de la toma de protesta, lo que generó varios enfrentamientos a golpes entre legisladores panistas y perredistas. Al final, Calderón tomó posesión en medio de una gran trifulca.
Ese día López Obrador intentó hacer lo mismo que hizo Trump el pasado martes: tomar por la fuerza lo que no había ganado en las urnas. Y por fortuna, ambos fracasaron.
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Pero ahora, López Obrador es presidente gracias al voto popular, al igual que Trump. Y no podemos descartar que intente hacer lo mismo que el magnate estadounidense si su partido, Morena, no se ve favorecido en la elección de gobernador en algunos estados en las elecciones del próximo 6 de junio.
No se puede descartar tampoco que intente hacer lo mismo en el 2024 si el candidato presidencial de Morena pierde las elecciones.
Un comportamiento de este tipo por parte del presidente de la República –algo que por supuesto no deseamos– pondría a prueba a las instituciones mexicanas, un tanto debilitadas ya desde ahora por el autoritarismo del Ejecutivo.
Ojalá que los mexicanos y en especial, quienes encabezan nuestras instituciones, aprendamos las lecciones de Washington y estemos preparados para rechazar cualquier intentona de reeditar en México el acto vergonzoso y delictivo de Trump.
OFF THE RECORD
**CONTRA LOS AUTÓNOMOS
En la entrega de este miércoles hablamos de la sentencia de muerte que dictó el presidente en contra del INAI.
Bueno, pues de acuerdo con lo declarado en la mañanera de ayer, dicha sentencia se extendió a otros órganos autónomos, como el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Pero para cumplir con la sentencia necesita de una mayoría calificada en el Congreso, que no tiene. Ni tendrá.
**LAS BENDITAS REDES
Tras el intento de golpe en EU, ocurrió algo insólito: las principales redes sociales, Twitter y Facebook, bloquearon las cuentas de Donald Trump por publicar mensajes en los que decía mentiras e incitaba a la violencia.
La pregunta es si las benditas redes actuarán igual cuando políticos mexicanos aleguen fraude en las elecciones sin aportar pruebas de ello.
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