Luego de los panchos armados por los representantes del PAN y del PRD ante el INE, sucedió lo esperado: nada. La Comisión de Quejas y Denuncias del órgano electoral determinó que los spots publicados en las cuentas de redes sociales del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, no ameritan ser retirados, pues no violan la ley.
De acuerdo con dos de las Consejeras del INE, la ley no impide que los funcionarios públicos difundan sus ideas u opiniones a través de redes sociales. Además, no se encontraron elementos acerca de referencias a 2018 que pudieran hacer pensar que Osorio usó los spots para promocionarse de cara a las próximas elecciones.
Por otro lado, la Comisión determinó que los mensajes del Secretario de gobernación son meramente informativos, y Osorio demostró —con contratos de por medio— que no utilizó recursos públicos para financiarlos, pues paga a una empresa para que maneje sus cuentas de redes sociales.
Aún así, panistas y perredistas insisten en que el priista está promocionando su imagen personal.
Y de ser así, ¿No sería hora de quitarse las máscaras y buscar una legislación electoral menos conservadora o —en su caso— más precisa?
Y es que nadie puede arrojar la primera piedra, pues todos los partidos han incurrido en este mismo tipo de acciones.
López Obrador es la muestra más clara, pues aprovecha todos los tiempos en radio y televisión correspondientes a Morena para promocionar su imágen. Por la misma ruta corre el presidente del PAN, Ricardo Anaya, a quien los mismos miembros de su partido le han reclamado.
Asimismo, los gobernadores de Morelos, Graco Ramírez, y de Puebla, Rafael Moreno Valle, han sido señalados por utilizar recursos del erario público para promover su imagen.
Incluso la exprimera dama, Margarita Zavala, ha promocionado su imagen en distintas giras para dictar conferencias en varias partes del país —tal como López Obrador—.
Todos han sido solapados por el INE. Así que ¿Por qué no ajustar la ley a lo que ocurre en la práctica?
