Las dos imágenes de la Línea Dorada

La imagen es muy clara: el jefe de gobierno al interior de un vagón del Metro. Su rostro expresa gran satisfacción. Triunfo.

Al jefe de gobierno lo acompañan colaboradores cercanos y hombres de poder. Todos lo rodean. Lo miran y le dejan ver que es el hombre del momento.

El jefe de gobierno mira hacia el frente y parece convencido que ese convoy de Metro lo llevará a buen puerto. No a un andén. Él busca algo más.

La imagen, en realidad, no es una. Se trata de dos fotografías.

En la primera, el jefe de gobierno se llama Marcelo Ebrard y está rodeado por invitados de la talla de Carlos Slim, el entonces presidente Felipe Calderón y su procurador, Miguel Mancera.

En la segunda instantánea –de esta mañana–, aparece Miguel Mancera, el jefe de gobierno en turno. No lo acompañan presidente sin magnates. Pero él sabe que logró su objetivo.

La primera fotografía es del momento en que Marcelo Ebrard inauguró la Línea Dorada. La segunda, evidentemente, es durante la reapertura de cinco de las estaciones cerradas hace más de 500 días.

Y curiosamente, el cierre de esta línea es lo que tiene a Marcelo en el exilio y a Mancera en el asiento del piloto.

El mismo momento, dos fotografías… y dos mundos distintos.