En días pasados, Morena presentó una iniciativa que, de aprobarse, sometería a las organizaciones de la sociedad civil ante el Tribunal de la Santa Inquisición en que se ha convertido la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda.
La iniciativa tiene dedicatoria especial para Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, organización que representa una piedrita en el zapato del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Esta iniciativa, presentada por la senadora Nancy Guadalupe Sánchez Arroyo, propone que todos los donativos que las ONG reciban del extranjero sean reportados ante la UIF “para su examen y aprobación”.
El objetivo, dice, es que la UIF “realice un exhaustivo ejercicio de transparencia en el origen y destino de los recursos obtenidos del exterior”.
La senadora de Morena argumenta –en la exposición de motivos– que se debe tener “total claridad respecto a los productos, campañas, acciones o publicaciones que incurran (sic) actos de injerencia de la vida pública y política de nuestro país desde terceros en el exterior”.
Más claro ni el agua. Lo que busca esta iniciativa redactada en Palacio Nacional es asfixiar económicamente a Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, organización que, mediante reportajes, ha destapado diversas irregularidades de la autodenominada “Cuarta Transformación”.
El presidente no ha ocultado la tirria que le tiene a esta organización, a la que ha acusado públicamente en varias ocasiones de recibir financiamiento de organismos civiles y del gobierno de Estados Unidos, como si eso fuera un delito.
Y ante la negativa del gobierno de aquel país de bloquear el financiamiento a la organización mexicana, el presidente López Obrador optó por acotar su funcionamiento mediante una regulación inquisitoria en la que jugaría un papel fundamental el fiel titular de la UIF, Santiago Nieto Castillo.
Con esta absurda iniciativa, el presidente pretende golpear a una organización que ha impulsado el periodismo de investigación en este y en otros gobiernos y que él ve como parte de sus enemigos.
Pero de aprobarse la iniciativa, el Ejecutivo no solo golpearía a MCCI, sino a miles de organizaciones de la sociedad civil que se dedican a labores de altruismo y de asistencia a la comunidad de muchas formas, para las cuales son fundamentales los donativos que provienen del extranjero.
Hay 43 mil 252 asociaciones civiles en el Registro Federal de las organizaciones de la sociedad civil del Instituto Nacional de Desarrollo Social, la mayoría de las cuales cuenta con autorización para recibir donativos, sin importar si éstos se generan dentro o fuera del país.
Ponerle el candado de la revisión de la UIF a los donativos provenientes del extranjero representaría que todos los recursos que captan las ONG mexicanas se atoraran en la burocracia de una oficina cuyo titular actúa con criterios políticos.
En esa oficina se quedarían varados recursos económicos que son fundamentales para miles de organizaciones que se dedican a brindar apoyo a personas con cáncer, sida o con diferentes tipos de discapacidad, algo en lo que el gobierno de la “4-T” ha fallado.
OFF THE RECORD
**OSO CON LA CLASES
Quien hizo el gran oso con el regreso a clases fue la jefa de Gobierno, Claudia Sheuimbaum.
Decidió el regreso a las aulas un día después de las elecciones, tal vez con la idea de tapar un poco el escándalo de su derrota en las urnas. Pero no se ha dejado de hablar de eso hasta la fecha.
Luego tres niños se contagiaron del Covid-19.
Y al final, fue la Secretaría de Salud federal la que le enmendó la plana al poner el semáforo capitalino en amarillo.
¿Así o más absurdo?
**IMPUGAN LEY DE LA FGR
La CNDH sufrió un ataque de independencia y presentó una acción de inconstitucionalidad en contra de la Ley de la Fiscalía General de la República que entró en vigor en mayo pasado.
En opinión de la CNDH, dicha ley, que fue promovida por Morena, viola los derechos humanos consagrados en la Constitución.
Ahora, a ver qué dice el Poder Judicial.
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