La otra cara de la pandemia

La centralización de la salud que se enfoca en combatir la pandemia del Covid-19 ha dejado desprotegidos a otros sectores que requieren atención médica

Especial

Definitivamente la situación mundial desarrollada por el Covid-19 y sus consecuencias, han acaparado la atención de todas las personas y todos los medios. Sin embargo, ¿qué pasa con las otras pérdidas que se ocasionaron con la llegada del SARS-CoV-2?

Los daños colaterales que ocasionó el mal manejo de la crisis sanitaria por parte del gobierno de México encabezado por Andrés Manuel López Obrador, dejaron ver los daños profundos y las insuficiencias en el sistema de salud de México.

El desabasto de medicamentos, vacunas e insumos, fueron resultado de las consecuencias de una centralización de la salud que se enfoca en erradicar y combatir la pandemia del Covid-19. Afectó de manera directa a quienes contaban con los servicios públicos de salud, y que se vieron obligados a recurrir a la medicina privada, generando un gasto económico altísimo no contemplado.

Por la ‘destrucción’ del Seguro Popular y la introducción del Insabi, se dio un desabasto en la aplicación de otras vacunas. Mientras el país se enfocó en la llegada de la próxima salvación, este año hubo un aumento de contagio por sarampión, llegando a 200 casos, los mismos que hubo en los últimos 20 años

Cuando se decidió concentrar los recursos del sistema hospitalario público en la pandemia y aplazar algunos “procedimientos electivos”, pusieron en riesgo la vida de miles de personas que, aun sin el virus, luchaban para sobrevivir por la falta de camas para ser atendidos.

Otro ejemplo son las muertes maternas que ocurrieron en el país. De acuerdo con datos de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, el número de muertes maternas pasó de 679 en 2019 a 899 en la última semana del 2020, lo que representa un incremento de 32 por ciento. Hace más de una década que México no enfrentaba esos niveles de mortalidad materna.

La estrategia del gobierno federal ahora solo se basa en evitar a toda costa el colapso del sistema hospitalario, cosa que está a punto de suceder en ciertos estados del país, como la misma capital mexicana, que ya casi llega al 90% de ocupación por infectados.

Aunque a lo largo de toda la situación, el gobierno mexicano ha alardeado de contar siempre con disponibilidad de camas, en realidad esto es resultado de que las personas son rechazadas si presentan síntomas leves de coronavirus. 

Las personas ‘no graves’ fueron y son enviadas a casa, donde la mayoría empeora y termina muriendo en su propio hogar, todo por no ser atendidos en el momento necesario para prevenir la defunción. 

¿Qué significa entonces la llegada de las vacunas contra el Covid-19?
En realidad más que un alivio, será una prueba total para las instituciones al mando. El gobierno promete que la vacuna llegará a todas las entidades del país, a todas las comunidades y que hasta el más remoto rincón contará con la protección pero ¿a costa de qué?

La vacuna tiene que ser refrigerada a temperaturas muy bajas y en condiciones especiales para que pueda ser aplicada correctamente. Si descuidaron el suministro de vacunas convencionales, queda en duda si podrán hacerse ‘cargo’ del paquete que representa la campaña de vacunación en México. 

Al gobierno de AMLO le falta tomar verdaderas cartas en el manejo de la pandemia y priorizar la integridad de los mexicanos. Si no hay un fortalecimiento en todas las medidas de salud pública, si no existe una verdadera intención de reducir al máximo posible el contagio con mínimo el uso de cubrebocas o la disminución de movilidad, es casi imposible que el país no entre en un colapso del sistema de salud.

Las autoridades gubernamentales están obligadas a responsabilizarse de las consecuencias de sus decisiones. Los funcionarios federales de salud de nuestro país no están exentos de la obligación. Deberán rendir cuentas por las pérdidas y muertes inevitables, y no solo de las ocasionadas por el Covid, también de las ‘colaterales’.

Con información de Reforma

EY