LA NUEVA BANDERA ELECTORAL DE AMLO

@pepecontreras_m

Si algo caracteriza al presidente Andrés Manuel López Obrador, es su gran tenacidad. Necesitaba una bandera política que le permitiera involucrarse en el proceso electoral que está en marcha y por fin la consiguió, mediante la iniciativa de reformas a la Ley de la Industria Eléctrica.

La iniciativa fue enviada con carácter de preferente, lo que significa que si en un lapso de dos meses el Congreso no la aprobó, se dará por aprobada tal como la envió el Ejecutivo y, como él desea, “sin cambiarle ni una coma”.

Las reformas que propone el presidente han generado una justificada polémica, pues de entrada, son violatorias de la Constitución, al igual que los lineamientos de la Secretaría de Energía en materia eléctrica que en días pasados fueron declarados inconstitucionales por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El haber convocado a parlamento abierto para discutir la iniciativa, como se hizo en la Cámara de Diputados, en realidad es una táctica dilatoria precisamente para que transcurra el tiempo; para que se cumpla el plazo fatal de un mes y el documento sea enviado al Senado.

En el Senado ocurrirá lo mismo que en San Lázaro: convocarán a reuniones, harán “consultas” con especialistas y todo para que transcurra el mes correspondiente y entonces la iniciativa de López Obrador sea aprobada en sus términos y publicada en el Diario Oficial de la Federación.

Ya publicado el decreto, será impugnado por la oposición ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la cual iniciará el análisis y en algún momento invalidará las reformas por ser violatorias de la Constitución.

Todo esto ocurrirá mientras transcurren las campañas de los miles de candidatos a cargos de elección popular en todo el país y mientras Morena hace grandes esfuerzos por conservar su voto duro y ampliar su espectro.

Mientras la SCJN resuelve las acciones de inconstitucionalidad que con toda seguridad serán presentadas, el debate sobre este tema seguirá abierto y eso le permitirá al presidente de la República usar las mañaneras para opinar y hacer presión desde el púlpito de Palacio Nacional.

Es fácil imaginar el discurso del presidente en contra “de los que privatizaron la electricidad”, de los que “entregaron a los extranjeros la riqueza nacional y los recursos del pueblo” y en contra de los partidos de oposición que “quieren que se mantenga el atraco a la nación”.

Todo esto, insistimos, mientras transcurren las campañas políticas, en un ambiente propicio para que amplios sectores de la población compren este discurso populista y de nacionalismo trasnochado.

Sí. El presidente es tenaz. Quiso colarse a la boleta electoral mediante la instauración de la revocación de mandato pero no le salió. Luego lo intentó a través de una consulta popular que le regaló la Corte pero que resultó tan absurda que ya nadie habla de ella.

Y por  fin, el primer mandatario logró confeccionar la bandera política que él y su partido tanto necesitaban, con una reforma eléctrica que, él y sus más cercanos lo saben, nació muerta.

OFF THE RECORD

**’HARÁN CASO A LUTHER KING?

En declaraciones a Excélsior,  Luther King III, nieto del legendario luchador contra la segregación racial, Martin Luther King, afirmó que es normal que un gobernante busque favorecer a quienes votaron por él.

Pero después vino lo bueno: “sin embargo, un líder visionario debe gobernar para todos”.

¿Le hará caso quien fue su anfitrión durante la conmemoración del aniversario del fusilamiento de Vicente Guerrero?

**LA NO PRIMERA DAMA

Por cierto, quien estuvo en primer plano durante la referida conmemoración fue Beatriz Gutiérrez Müller, la esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien no le gusta que le digan primera dama.

Beatriz estuvo en la ceremonia en su calidad de directora honoraria de un área de largo nombre que fue creada para que ella tuviera un cargo que le permitiera el lucimiento.

La no primera dama es parte de la burocracia presidencial.

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