LA INFIDELIDAD EN LA RELACION DE PAREJA

Dra. María Elena

Después de hacer los votos de: “Prometo serte fiel y estar contigo tanto en las buenas como en las malas, en la riqueza y en la pobreza y hasta que la muerte nos separe”, el indice de infidelidad en las parejas es significativamente alto.

Según un estudio realizado en México por el  Instituto de Psiquiatría Ramón de la Fuente sobre la infidelidad; el 90 por ciento de hombres y el 70 por ciento de mujeres en matrimonio han sido infieles por lo menos una vez en su vida.

La infidelidad junto con la violencia, los problemas económicos y la comunicación deficiente entre la pareja, se identifican como las principales causas de divorcio.

Pero, ¿cuáles son los factores que influyen para que las personas cometan infidelidad?

Los factores son diversos y variados entre los que destaca la decepción que la persona pueda experimentar al no cumplirse la expectativa que se tenía de la pareja y de la relación y ante la resistencia a perder lo invertido en la relación —-tiempo, dinero, propiedades compartidas, amistades, hijos—-, decide establecer una relación extramarital.

Otro factor que con frecuencia influye para cometer infidelidad es la sensación de atadura que la persona pueda experimentar  después de que la etapa de enamoramiento pasó y ahora es tiempo de hacer cumplir los votos de amor y renunciar a la posibilidad de otras aventuras románticas.

Estas ataduras se vivencian como la imposibilidad de poder satisfacer “las ganas”  que de manera espontánea surgen de establecer una relación amorosa libre y fugaz que no tenga ninguna consecuencia más allá de la satisfacción inmediata. Es decir, estar inmerso en el matrimonio pero no perder las glorias que ofrece la soltería.

Es entonces que la persona —hombre o mujer— viven la relación de pareja entre la libertad de los encuentros ocasionales y la seriedad de una relación importante mientras esta dinámica contribuya a la armonía de la relación de pareja estable.

Para algunas personas, esta practica puede considerarse como una conducta imperdonable y sin embargo, para otras no, por lo que decide “ignorar” esta infidelidad en nombre de la felicidad marital.

Sin embargo, cuando este tipo de conductas se perciben como verdaderas conductas infieles, resultan muy difícil de perdonar aunque la persona agraviada no opte por la separación de la pareja.

La infidelidad provoca heridas profundas en el ego de la persona  —- el narcisismo—, por lo que  se convierte en una herida difícil de sanar.

La persona ofendida busca la venganza, pone en acción la agresión de todo tipo hacia la pareja y ni así logra superar el agravio que le provocó la infidelidad.

Introducirse en una relación de pareja requiere de madurez para enfrentar el compromiso y para juntos construir un futura que incluya lo familiar, lo profesional, lo material y al amor.

 

 

Por: Psic. Ma Elena Salazar P.