El futuro de Cristina Fernández de Kirchner, expresidenta de Argentina, comienza a pintarse de negro luego que un juez iniciara su procesamiento penal por el delito de “administración infiel en perjuicio de la administración pública”; es decir por la venta de dólares a futuro al final de su mandato.
En pocas palabras, a Cristina Fernández la acusan de defraudación a las arcas públicas.
Y según parece, el caso en contra de Fernández va en serio pues el juez argentino Claudio Bonadio, ordenó embargar los bienes de la argentina por hasta 15 millones de pesos argentinos.
Según se sabe, Cristina no es la única involucrada. La acusación alcanzaría a su exministro de Economía, Axel Kiciloff; a Alejandro Vanoli –expresidente del Banco Central–, así como a otras 12 personas.
Fiel a su personalidad arrogante y orgullosa, la mandataria mandó a decir a su defensa que ella no tiene la culpa y que la venta de dólares a futuro las hizo el actual presidente argentino, Mauricio Macri.
Cabe señalar que aunque pesaban cargos en contra de la señora Cristina, es la primera vez que estos se formalizan.
Sin embargo, de acuerdo con los enterados judiciales argentinos, es prácticamente imposible que Cristina Fernández vaya a la cárcel al menos por este asunto.
Además, no sobra recordar que en marzo pasado, la señora Fernández declaró que no tenía miedo: “Me pueden citar 20 veces más, me pueden meter presa, pero no callar”.
Y no sobra recordar que estos cargos presentados en contra de la exmandataria argentina se dan al tiempo en que Dilma Rousseff fue suspendida del cargo de presidenta de Brasil.
