El pasado jueves, desde su rancho de Palenque, Chiapas, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que el precio de la gasolina no aumentará, a pesar de que apenas cuatro días antes se había anunciado oficialmente lo contrario: un incremento del 34.82 por ciento en lo que va del año.
Al hacer esa declaración, al término de una reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), López Obrador mintió una vez más respecto al comportamiento del precio de las gasolinas, un tema respecto al cual ha mentido reiteradamente desde que estaba en campaña.
Son incontables las veces que López Obrador prometió, desde los templetes, que no habría nuevos gasolinazos y que no solo no aumentaría el precio de las gasolinas, sino que disminuiría, lo mismo que las tarifas eléctricas.
Pero apenas iniciado su gobierno, la realidad lo desmintió. En el paquete económico de 2019 se incluyó un incremento al IEPS, que influyó en un nuevo incremento al precio de las gasolinas, lo que se combinó con el desabasto de combustible en diversas regiones, algo que a veces se nos olvida.
A partir de que López Obrador tomó posesión, el precio de las gasolinas no ha dejado de aumentar. Y no se debe necesariamente a malas decisiones de su gobierno, sino a que el precio de los combustibles está asociado al comportamiento del mercado internacional.
El problema con el presidente es que se le hizo fácil prometer reiteradamente algo que no estaba en sus manos cumplir. Resulta muy rentable políticamente prometer que disminuirán los precios de los energéticos, pero no es nada fácil cumplir con ello.
Lejos de reconocer que se equivocó al prometer que no subiría el precio de las gasolinas, el presidente ha mantenido su campaña de engañar a la sociedad con el mismo discurso populista.
Lo dijo apenas el pasado 15 de marzo: “Tenemos el compromiso y se va a cumplir, llueva, truene o relampaguee, de que no van a aumentar los precios de los combustibles en términos reales. Se acabaron los gasolinazos. Es el honor el que está de por medio, es la credibilidad del gobierno, es la palabra del presidente”.
Una semana después lo volvió a hacer, cuando aseguró que su gobierno “tomó la decisión de bajar los precios de las gasolinas”. Durante una gira por Oaxaca, afirmó: “No todas son malas noticias, tomamos la decisión de bajar el precio para que nos ayude a atemperar a que no se sienta tanto la crisis económica, porque al aumentar la gasolina, aumenta todo, hay carestía”.
Mientras el presidente mentía recurrentemente, los especialistas en materia financiera y energética pronosticaban que durante este 2021 los precios de las gasolinas se incrementarían paulatinamente debido al comportamiento oscilante de los precios del petróleo a nivel internacional.
Y el presidente descalificaba estas opiniones de los expertos. Decía que el objetivo de esas declaraciones “es infundir miedo”. Y volvía a mentir. Decía una vez más que su compromiso era que el precio de la gasolina no subiera por encima de la inflación.
Así llegamos al lunes de la semana pasada, cuando la Procuraduría Federal del Consumidor divulgó que en lo que va del año el precio de la gasolina Premium ha sufrido un incremento del 34.82 por ciento.
Pero aún así, cuatro días después el presidente volvió a mentir al repetir su cantaleta de que no aumentaría el precio de la gasolina. ¿Habrá alguien que todavía le crea?
OFF THE RECORD
**QUITAN LANA A DIPUTADOS
El área administrativa de la Cámara de Diputados suspendió a 250 diputados federales que buscan su reelección los apoyos económicos especiales durante los meses de abril y mayo.
Se trata de los recursos que los diputados reciben cada vez por los conceptos de Asistencia Legislativa y Atención Ciudadana, que en conjunto ascienden a 68 mil 558 pesos.
Se trata de que los aspirantes a su reelección no utilicen recursos públicos en sus campañas.
**PIFIA DE MORÓN
El candidato de Morena al gobierno de Michoacán, Raúl Morón, impugnó la decisión del INE de cancelarle su registro, pero al hacerlo se asumió como candidato al gobierno de Guerrero.
Serenidad. Los nervios son malos consejeros.
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