La farsa de López Obrador

El señor López Obrador se quitó las máscaras.

Este lunes, López Obrador convocó a los medios jalapeños –en Veracruz– y les pidió reflexionar. Según López Obrador, el senador Héctor Yunes Landa –aspirante del PRI al gobierno veracruzano–, es la “persona más preparada para llevar los destinos de Veracruz” durante los próximos dos años en el próximo periodo constitucional bautizado como “minigubernatura”.

Como lo escucha, López Obrador pidió apoyar a un candidato priista.

Pero no se confunda, nos referimos al señor Arturo López Obrador, hermano del dos veces candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador.

Para sorpresa de nadie, el señor Arturo López Obrador se ganó una rechifla de su hermano Andrés –y de sus huestes–; quienes no toleraron que exhibiera sus simpatías hacia el candidato del PRI en Veracruz.

Por cierto, al respecto llaman la atención dos hechos:

El primero, que días antes del anuncio, la esposa de Arturo López Obrador –la señora Carol Jessica Moreno Torres– fuera nombrada oficial mayor de la Secretaría de Educación estatal en el gobierno de Javier Duarte.

El segundo, que los cuestionamientos de Obrador no tocaran –ni con el pétalo de una crítica–, al señor Javier Duarte, gobernador veracruzano.

Será que, como aquí dijimos, ¿se consolida la alianza entre la Morena de AMLO y el PRI veracruzano? ¿será que el pacto de no agresión entre Duarte y Obrador empujó al tabasqueño a usar a su hermano como sparring para maquillar su pacto con el PRI? ¿será que AMLO, una vez más, juega con la verdad para salirse con la suya?