La derecha también repunta en Europa

Desde hace días, en La Otra Opinión hemos señalado que la derecha vive un repunte en distintas regiones del mundo.

Las pruebas del avance de esta tendencia en el continente americano las encontramos en Brasil, Argentina, Venezuela, Uruguay, Estados Unidos e incluso México; en donde los gobiernos y partidos de izquierda pierden credibilidad ante la falta de resultados.

Lo curioso es que el fenómeno pendular –hacia la derecha– no sólo ocurre en América. Al menos en siete países de Europa se aprecia una marcada preferencia electoral por esta forma de administrar el poder. Por ejemplo:

En Austria, Norbert Hofer, del Partido de la Libertad (Freedom Party) –fundado por antiguos nazis y nacionalistas teutónicos en la década de 1950–, estuvo cerca de ganar las elecciones presidenciales de este año. Esta es la primera ocasión –en 66 años– que un partido de extrema derecha se acerca tanto al gobierno de aquél país.

En Polonia, el partido de derecha –Ley y Justicia (Law and Justice)–, obtuvo el 39 por ciento del voto de los ciudadanos en las elecciones presidenciales de 2015. El partido se fundó en 2001 por Lech Kaczynski y su hermano Jaroslaw; en 2005 ganaron la presidencia.

En Hungría, el partido Fidesz –de derecha extrema– ganó las últimas elecciones parlamentarias. El hecho ha preocupado a muchos líderes de occidente pues los ideales de la institución son cada vez más autoritarios, antiinmigrantes y antihomosexuales.

En Suecia, el partido de ultraderecha –Demócratas de Suecia (Sweden Democrats)– dirigido por Jimmie Akesson, está cobrando presencia en aquella nación. El problema para muchos radica en el llamado a la restricción de la migración y la oposición a que Turquía se adhiera a la Unión Europea.

En Grecia, el partido Amanecer Dorado (Golden Dawn) –de origen neofascista, fundado en 1980–, ha ganado escaños en el parlamento desde 2012. El partido se opone a la “islamización de Grecia” y al uso del euro como moneda.

En Francia, el Frente Nacional –National Front–, es un partido de derecha que busca promover acciones antiinmigración. Los creadores del partido eran colaboradores nazis durante la Segunda Guerra Mundial y aunque perdieron las elecciones regionales el año pasado, los resultados apuntan a que al menos el 27 por ciento de los ciudadanos franceses está con ellos.

En Alemania, el partido de extrema derecha –Frauke Petry–; se opone al euro, al Islam y ha atraído a votantes que se proclaman antisistema, antiliberación, aintiinmigrantes y aintieuropeos. De este modo, se espera que en las próximas elecciones parlamentarias, un partido de derecha gane por primera vez, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.