La CONADE tropieza en el trampolín de clavados

La Comisión Nacional del Deporte (CONADE) tropezó en el trampolín de clavados. De hecho, el traspié podría salpicar –y exhibir– la mala gestión, las omisiones deportivas y algunas derrotas de esta dependencia frente a organismos deportivos internacionales.

En febrero de 2015, México renunció a la organización del Mundial de Natación –que se celebraría en Guadalajara en 2017– y por tal motivo, la Federación Internacional de Natación (FINA) impuso una sanción de cinco millones de dólares a nuestro país. En su momento se dijo que los recortes en el gasto público orillaron al gobierno mexicano a renunciar al evento deportivo; al cual, por cierto, ya habían aportado 9.5 de los 100 millones de dólares que se requerían.

En este momento, el escenario sigue tenso. El titular de la CONADE, Alfredo Castillo, –quien antes fue comisionado para la seguridad de Michoacán– acusó de chantaje a la FINA y aseveró que México no cederá en el pago de los cinco millones de dólares. Señaló, además, que se trata de una sanción injusta y antideportiva para la Federación Mexicana de Natación y que intentará impugnar la demanda.

Es decir, que pronto sabremos que Alfredo Castillo realmente pelea en un tribunal o termina doblando las manos ante la FINA y exhibiendo la operación deficiente del organismo que preside.

En este espacio preguntamos si el conflicto se habría evitado con un Comisionado del Deporte que sepa de deportes. No sobra recordar que Castillo es “un funcionario todo terreno” –o bombero presidencial– que se ha desempeñado igual como procurador de Justicia del Estado de México, que procurador federal del consumidor y como comisionado para la seguridad en Michoacán.

Por lo pronto, las consecuencias de las sanciones de la instancia internacional ya empiezan a verse. Este lunes, el clavadista Rommel Pacheco ganó el oro en la prueba de trampolín —de tres metros individual— en la Copa del Mundo de Clavados, en Río de Janeiro. Sin embargo, el Himno Nacional mexicano nunca sonó, ¿por qué? Porque la Federación Mexicana de Natación se encuentra suspendida y los clavadistas mexicanos que participaron en el torneo tuvieron que hacerlo en representación de la FINA. En consecuencia, cuando sonó el himno de la Federación Internacional de Natación, el clavadista decidió cantar el Himno Nacional a capela.  Además de que Pacheco vistió una playera sin distintivo alguno de México, por el mismo castigo que estableció la FINA.

De arreglarse el asunto, las cosas irían más allá: Hace días, Anna Lilia Ramírez Ortega, licenciada en Derecho por la Universidad Autónoma del Estado de México– fue designada como directora de Alto Rendimiento. Es decir, que ella será la encargada de diseñar los programas y planes para los deportistas de alto rendimiento; en vez de que, como ocurre ahora, los seleccionados nacionales se elijan en una suerte de agencia de colocación.

Por ahora sólo queda esperar que la mala gestión de la CONADE, los errores de su titular –el señor Castillo–, y las sanciones internacionales no sigan afectando a los atletas mexicanos, pues su única labor es participar en los Juegos Olímpicos y representar dignamente al país.