La arrogancia del presidente Donald Trump podría generar varios problemas entre la población de su país pues insiste en la reapertura total de centros educativos a lo largo de todo el territorio estadounidense, pese a las recomendaciones de científicos y expertos.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, ha apoyado la postura del mandatario e “intentó” justificar las ideas de Trump: “Cuando él dice abrir, se refiere a abrir completamente, que los niños puedan acudir cada día a su escuela. La ciencia no debe interponerse en esto. La ciencia está de nuestro lado”.
En contraparte, los Centros de Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de todo el país insisten en que el regreso a clases debe manejarse de manera sistemática y permitir que los pequeños permanezcan en casa el tiempo que sea necesario.
En su defecto, también consideran que comenzar con una rutina de higiene general y personal ayudará a que las escuelas puedan abrir sus puertas lo antes posible, entre coberturas con tela, programación de las clases y la distribución de los pupitres para mantener la sana distancia podrían ser las mejores opciones.
