Tras un concierto con poca asistencia en el Conservatorio Nacional de Música, el periodista Manuel Ureste, narra las precariedades que este recinto enfrenta. Comenzando por las goteras que se formaron en el techo del auditorio.
Para contrarrestar este problema, el personal de limpieza del Conservatorio optó por poner un par de cubetas que solo resuelven el problema de manera momentánea, pues cada ciertos minutos tiene que vaciar el agua y trapear para evitar accidentes.
Sin embargo, este no es el único lugar dentro del Conservatorio Nacional de Música que enfrenta problemas, pues los baños que se encuentran en el mismo pasillo que el auditorio carecen de papel higiénico.
Por si eso no fuera poco, la mitad de los baños no funcionan y el recinto optó por colocar cinta amarilla para dar a entender que están fuera de servicio. De lado de los lavamanos, la situación no es mejor, pues hay huecos visibles donde debería de haber un lavabo.
Además del evidente abandono de las instalaciones, dentro del Conservatorio hay otro problema: las denuncias de acoso y violencia sexual en contra de las propias alumnas por parte de la planta de maestros.
Tan solo el año pasado el Conservatorio se fue a paro por esta situación, lo cual terminó con la renuncia del director que había sido designado, pues se le acusó de presuntos actos de hostigamiento, violencia psicológica y sexual.
El descuido del edificio es evidente, pues se encuentran muchos salones y cuartos sin poder funcionar de la manera en que deberían. La mayoría de estos salones sin uso albergan instrumentos inservibles que no han podido ser reparados o reemplazados.
Empleados del Conservatorio relatan que hace varios años las reparaciones o compras de instrumentos eran una actividad normal, sin embargo, desde la llegada del gobierno de la 4T el presupuesto se acabó y ahora no es posible hacer eso.
“Hace 12 o 15 años, si se necesitaba material para reparar pianos, violines o guitarras, te lo daban. Pero ahora, con la austeridad republicana de este gobierno, el dinero ya no alcanza ni para comprar papel higiénico, y mucho menos para adquirir nuevos instrumentos, darles mantenimiento, o repararlos”
De acuerdo a Alexis Mendoza, presidente de la Asociación Estudiantil del Conservatorio, durante las protestas por el descuido del inmueble, el gobierno les entregó un documento en el que se informaba que desde 2018, el Conservatorio operaba con un presupuesto de apenas 2 mil millones de pesos, presupuesto que no cubre las necesidades de los 900 alumnos que estudian una de las 24 carreras que se ofertan.
Haciendo un comparativo, el gobierno de AMLO destinó en 2022, un presupuesto de 441 millones de pesos a la Promoción y Desarrollo del Béisbol; es decir, unas 200 veces más de lo que se destina al Conservatorio Nacional de Música, pues tan solo los recursos para la compra de material oscilan entre los 600 mil pesos.
Por otro lado, para el mantenimiento y reparación de instrumentos, se destinaron tan solo 143 mil pesos, teniendo un importante recorte del 85% después de la pandemia. A pesar de los esfuerzos para exigir una mejora al presupuesto del Conservatorio, los alumnos y maestros consideran que el dinero no alcanza.
Esta austeridad se sostiene de los presupuestos congelados o recortados que el INBAL y la Secretaría de Cultura Federal reportan, pues tan solo para finales de este año, el Congreso aprobó un presupuesto de 16 mil 754 millones de pesos, un 0.39% más que en 2022.
Se estima que el presupuesto destinado a la cultura para el 2024, será aún menor a los 19 millones aprobados en 2016, o los 23 mil 642 millones aprobados en 2013 durante el primer año de mandato de Enrique Peña Nieto.
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El abandono del Conservatorio a lo largo de los años
Alumnos y maestros reconocen que desde hace varias décadas el Conservatorio ha sido abandonado, sin embargo, desde la llegada de AMLO al poder, este olvido se ha visto agravado, pues año con año les recortan el presupuesto.
Este recorte ha obligado a los directivos del Conservatorio a priorizar algunas problemáticas sobre otras, pues muchas veces se prefiere reparar los daños del edificio a reparar los instrumentos con los cuales los alumnos trabajan.
A pesar de que varios maestros han propuesto pagar por las reparaciones de los instrumentos, el gobierno se los prohíbe, dejando la situación en un limbo donde la resolución no es posible.
Otro de los problemas a los que se enfrenta el Conservatorio es el recorte en las becas, pues las que existen son mínimas. En 2022 se entregaron un 50% menos de becas que en 2018.
Ante esto, las autoridades del INBAL acusan que esta problemática no es reciente, sin embargo, durante este gobierno la solicitudes para pedir por más presupuesto, se han complicado, por lo que el dinero que se otorgará atenderá la necesidades inmediatas.
Con información de Animal Político
