José Woldenberg, exconsejero presidente del extinto Instituto Federal Electoral (IFE), señaló que gracias a la autonomía diversas instituciones se han convertido en defensores de los derechos de los ciudadanos, ante las decisiones autoritarias de las autoridades y del gobierno.
Durante su participación en el seminario “En defensa de las autonomías y las instituciones”, el licenciado en Sociología de la UNAM expuso que estas instituciones han logrado cumplir con determinadas funciones y tareas gracias a la independencia que tienen con los poderes públicos.
Como ejemplo, puso el caso de las universidades, que gracias a su autonomía se han vuelto espacios donde se han formado profesionistas, hay una recreación de la cultura y las artes, han fomentado un pensamiento crítico y se han vuelto en centros irradiadores de conocimiento.
Otro caso, expuso que en el pasado el gobierno manejaba y controlaba la información pública, lo cual limitaba su acceso; pero gracias a instituciones autónomas como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) los mexicanos pueden tener acceso a ella sin ningún impedimento.
Por último, resaltó que el IFE surgió tras la crisis postelectoral provocada por la famosa “caída del sistema” en 1988, que fue protagonizada en ese entonces por Manuel Bartlett, secretario de Gobernación del sexenio de Miguel de la Madrid.
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Y que gracias a su autonomía, este órgano electoral no ha estado subordinado a las instrucciones del gobierno, se volvió en un árbitro imparcial y, con ello, ha organizado elecciones libres garantizando que todas la voces sean escuchadas, lo que ha permitido la alternancia en el gobierno, ya sea a nivel federal como estatal y local.
Por ello, reprobó los ataques que ha realizado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en contra de estas instituciones, al señalar que con ello sólo busca desestabilizarlas para que estén subordinadas a sus decisiones.
“Da la impresión que se quisiera alinear a toda esta constelación de instituciones a la voluntad presidencial, a veces me da la impresión que el modelo que se tiene en la cabeza es el de volver a un México de los años cincuentas o sesentas o setentas del siglo pasado, en donde en efecto un presidencialismo extremo concentraba prácticamente todas las facultades”, señaló.
Por último, defendió a las instituciones autónomas ya que ellas respetan la Constitución y las leyes, para que el juego democrático crezca y se consolide.
“La autonomía es una condición necesaria para que muchas instituciones cumplan con su misión (…) la única manera de cumplir con estas misiones es siendo autónomas, siendo independientes del poder público por la naturaleza de las funciones que cumplen (…) atentar contra las autonomías es atentar contra un arreglo institucional que beneficia a todos”, enfatizó.
MSA