Investigación exhibe relación entre senador morenista y el Cártel de Sinaloa

José Ramón Enriquez formó parte de una red de complicidad de los Cabrera Sarabia, familia que se ganó la confianza de "El Chapo" Guzmán

Investigación exhibe relación entre senador morenista y el Cártel de Sinaloa
Foto: razacero.com

A lo largo de estos tres años hemos visto como el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha sido pasivo y complaciente con el crimen organizado, a tal grado de sospechar que hay un pacto que permite a los delincuentes cometer crímenes sin que las autoridades intervengan, ni los castiguen.

Como ejemplos tenemos desde la liberación de Ovidio Guzmán López, hijo del Joaquín Guzmán Loera, líder del Cártel de Sinaloa; hasta el saludo que le dio el mandatario tabasqueño a María Consuelo Loera Pérez, madre de “El Chapo” Guzmán.

Y para seguir demostrando los nexos que hay entre la 4T y el narcotráfico tenemos el caso del senador morenista José Ramón Enriquez Herrera con los Cabrera Sarabia, un grupo criminal que se ganó la confianza de “El Chapo” Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada.

Una investigación elaborada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)  en diciembre de 2020 revela que el también aspiraba a ser gobernador por Morena en Durango fue uno de los políticos que formaron parte de una red de complicidad para proteger el negocio de producción y trasiego de heroína a los Estados Unidos.

Por otro lado, Enriquez Herrera presumió ser el “compadre” de un jefe de plaza del Cártel de Sinaloa, quien financió su campaña con la que ganó la presidencia municipal de Durango en 2016.

Para ello, el entonces alcalde electo convocó a panistas, perredistas y hasta militantes de Movimiento Ciudadano (MC) a una reunión de trabajo en el Hospital de Especialidades de la calle Pereyra en la zona centro de la capital de Durango para presumirles al “compadre”.

Ese “compadre”, habría dicho el senador Enríquez Herrera, tenía como real ocupación ser el jefe de criminales en los municipios de San Dimas, Otaez y Pueblo Nuevo en Durango: Gerardo Soberanes Ortiz, alias “El G-1”, operador de la familia Cabrera Sarabia”, según el documento de la Defensa Nacional.

De acuerdo con el relato de Alma Leticia Reyes Guerra, una de las asistentes a esa junta, el “G-1” tomó la palabra y, de manera “amenazante y altanera”, dijo a los presentes que “no se hicieran pendejos” y que recordaran que los cargos que ocupaban, de una forma u otra, los habían conseguido gracias a él, “Le debían lealtad”.

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G-1 apoyó a morenista a cambio de favores

 

De acuerdo con el documento, la relación entre el senador de la República y el “G-1” se remonta a una fecha no establecida, cuando supuestamente el jefe de plaza de los Cabrera Sarabia le prestó dinero al también exsecretario de Salud en Durango para terminar la construcción del Hospital de Especialidades, donde ocurrió la reunión citada por la Sedena.

Desde entonces, habrían creado una relación cercana que se consolidó cuando Enríquez Herrera se convirtió en alcalde de la capital de Durango.

En octubre de 2018, personal de inteligencia militar observó al hoy morenista recibir a la esposa del “G-1” en el Aeropuerto Internacional “General Guadalupe Victoria” de la ciudad de Durango, según el expediente.

Y en los días 14 y 16 de octubre de 2018 fueron localizadas tres mantas que hicieron alusión a la supuesta llegada de un grupo del crimen organizado a Durango.

Las cámaras de videovigilancia mostrarían que los presuntos criminales que colocaban los mensajes recibían seguridad de patrullas del municipio que gobernaba José Ramón Enríquez Herrera.

También da cuenta que la familia Cabrera Sarabia, a través del “G-1”, exigió que el hoy senador morenista pusiera en la Dirección Municipal de Seguridad Pública a la licenciada (Cecilia) Soto Mendoza, quien tendría como tarea proteger los intereses del Cártel de Sinaloa.

Con. información de Eme Equis

MSA