Las políticas fallidas del presidente Andrés Manuel López Obrador no sólo han provocado un profundo daño a nuestro país, sino que también compromete seriamente nuestro futuro.
Por ejemplo, su estrategia de seguridad, basada en “abrazos, no balazos”, no sólo ha permitido que el crimen organizado se expanda y tenga el dominio de más territorios, sino que también ha incursionado en diferentes niveles de la política al colocar y quitar candidatos que no se alineen a sus intereses.
A ello hay que sumar otros factores como el nulo respeto que le tiene a la División de Poder, la corrupción que impera en su gobierno, la impunidad y el falta de Estado de Derecho; los cuales han provocado que las inversiones salgan de México.
Para analizar este tema tenemos la columna de Enrique Campos Suárez que se titula “¿México es un país en pausa?”, en donde critica que la incertidumbre política que genera el gobierno de López es uno de los grandes lastres que arrastra nuestro país.
“Siete de cada 10 expertos consultados consideran que es mal momento o no está seguro de la conveniencia de realizar ahora inversiones en este país”, escribió.
En ese sentido, indicó que México ha dejado de ser un imán de atracción de inversiones porque el régimen obradorista implica muchos riesgos en el mediano plazo.
“Claro que las empresas preferirían Tamaulipas que Minas Gerais para sus inversiones, pero la gobernanza de México (inseguridad, falta de Estado de derecho, impunidad, corrupción y la incertidumbre política) hacen que los capitales estén en pausa esperando mejores tiempos”, indicó.
Por último, criticó el fenómeno llamado “súper peso”, al apuntar que resta competitividad a los capitales que llegan a invertir.
“México no puede, con todas sus debilidades institucionales, fiscales, laborales y gubernamentales, darse el lujo de ser un país caro”, enfatizó.
A continuación puede consultar el texto completo.
Con información de El Economista
MSA
