Debido a que la inflación subió un seis por ciento durante septiembre, la Alianza Nacional de Pequeños Comercios (Anpec) señaló que ello ha afectado de manera importante la alimentación y la calidad de vida de las familias mexicanas, a tal punto que el consumo esté en un punto de quiebre.
Durante la presentación de la decimosexta encuesta “Hábitos de consumo y pobreza”, Cuauhtémoc Rivera, presidente del organismo, indicó que ocho de cada 10 comerciantes considera que el consumo se encuentra por debajo de la canasta básica.
En ese sentido, la encuesta señala que los comerciantes observan cómo sus clientes adquieren alimentos sin marca, productos de menor costo, dejando de lado el pesaje o salud.
“Esta inflación es mucho más impactante de lo que reportan las autoridades, está afectando a la alimentación y calidad de vida; pues algunos productos aunque suba su precio se mantiene. La proteína se aleja del consumo y la apuesta es hacia los alimentos que les generen energía rápida en cualquier término”, dijo Rivera.
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De los encuestados, 79.83 por ciento sostuvo que sus clientes piden cada vez más fiado, con un incremento de 30 por ciento de quienes piden esta oportunidad a los tenderos.
Según el directivo, ante esta situación la gente ha optado por hacer compra en el caso de embutidos de menos de medio kilo; para productos como frijol y azúcar, optaron por comprarlos a granel; y en tortilla, ha sido en formatos de medio kilo.
De acuerdo con el colectivo México cómo vamos, la inflación sufrió un disparo durante el mes de agosto, registrando en la última quincena de octubre 6.12 por ciento, tal impacto se ve reflejado en los productos básicos, los cuales presentaron una alza de 0.62 por ciento en el último mes del año, según el Índice Nacional de Precios al Consumidor, realizado por Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Con información de Milenio y Grupo en Concreto
MSA
