Es increíble la facilidad con la que criminales extranjeros pueden accesar a México de manera tan fácil y sin ser investigados siquiera, tal y como lo hizo Binyamin Yeshurón Sutchi quien fuera asesinado al interior de Plaza Artz al sur de la Ciudad de México el pasado 24 de julio.
Ben Sutchi pasó 14 años recluido en una cárcel de Israel por actividades delictivas ingresó a México con un pasaporte totalmente legal con el número 3334828 expedido por el propio Estado de Israel en Jerusalén.
Luego de obtener una suma considerable de dinero y cambiar su imagen, el israelí tomó un vuelo a la Ciudad de México llegando en cuatro posibles fechas: viernes 26 de abril, o los viernes 3, 10 ó 17 de mayo de 2019.
El hombre, de 44 años de edad, no tuvo problema alguno en ingresar al país, llegó en un vuelo comercial y autoridades de Migración permitieron el acceso de uno de los criminales más temidos en el país árabe, según testimonios obtenidos por el periódico Milenio Sutchi apostó por nuestro país porque sabía que no sería detenido tan fácilmente.
Y es que ni sus antecedentes penales en su país de origen, ni las imputaciones delictivas que ya tenía en México desde 2005 y mucho menos la etiqueta de “muy peligroso” fueron motivos para que el Instituto Mexicano de Migración emitieran un alerta en contra de Binyamin.
