Parece inminente la crisis que viene para la economía mexicana y todo el país en general, la imposición de aranceles podría traer recesión y el presidente Andrés Manuel López Obrador insiste en no enfrentar cara a cara al mandatario estadounidense, Donald Trump.
Parece que el principal motivo por el que Trump quiere “castigar” a México se debe al incontrolable flujo migratorio que se ha vivido en los últimos meses.
Ante ello, Trump acusó a México de no hacer nada y lanzó su amenaza con incrementar los aranceles de manera gradual de un 5 hasta un 20 por ciento.
Habrá que recordar que el pasado 21 de diciembre, desde su conferencia mañanera, López Obrador anunció la entrega de visas de trabajo para hondureños y salvadoreños que buscaran cruzar hacia Estados Unidos.
“Tiene que ver con lo mismo, nosotros estamos planteando al gobierno de Estados Unidos, al gobierno de Canadá, la implementación de un plan de desarrollo en México y en los países centroamericanos, estamos haciendo una propuesta de cooperación para el desarrollo. El que abandona su pueblo lo hace por necesidad, no por gusto, y queremos que la migración sea optativa, no obligatoria, y para que la gente trabaje, sea feliz donde nació, donde están sus familiares para atemperar el fenómeno migratorio, se tienen que atender las causas”.
Con ello, el titular del Ejecutivo buscaba erradicar la xenofobia por la que pasan estas personas así como garantizar sus derechos humanos, intenciones que parece haber olvidado pues fue más grande la presión de los Estados Unidos que velar por el bienestar de estas familias centroamericanas que sólo buscan una mejor vida.
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