Este martes, la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) llevaron a cabo la ceremonia de retiro del general Enrique Vallín Osuna, quien fuera señalado por Andrés Manuel López Obrador, como “dado de baja” tras filtrar a su equipo de transición información sobre la Base Aérea Militar de Santa Lucía.
Lo anterior, evidencia que López mintió o lo mal informaron, pues el retiro del exmando corresponde a que precisamente ayer, cumplió 65 años, edad límite para permanecer en las Fuerzas Armadas.
Al próximo presidente de México, al próximo comandante supremo de las Fuerzas Armadas le urge un asesor militar o un asesor que tenga pleno conocimiento de lo que son las mismas.
El general Vallín no fue cesado por darle información al próximo Secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú como comentó hace unos días López Obrador.
Enrique Vallín Osuna es uno de los grandes soldados del aire que tiene este país, está dentro del rango de límite de edad para tener un grado militar; en el caso de un general de división, como es su caso, no ha sido removido, ni cesado, simplemente entró a una situación que se llama: retiro.
Cabe mencionar que, los militares no se jubilan, sino que entran en un estatus de retiro con el objetivo de, si en un determinado momento el país los necesita, o la Secretaría de la Defensa o también la Secretaría de Marina los pueda necesitar, los llaman, porque deben de seguir cumpliendo con una ley de justicia militar.
Vallín Osuna fue comandante de la Base Aérea Militar No. 15 en Zapopan, jefe de la Región Aérea del Noroeste (Hermosillo, Sonora) y comandante de la Fuerza Aérea Mexicana por menos de 10 meses, tras su salida el 17 de septiembre.
