El príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, no usarán más sus títulos monárquicos y no recibirán fondos públicos, según anunció este sábado el Palacio de Buckingham en un comunicado.
Aunque seguirán siendo duques de Sussex, pierden el tratamiento de altezas reales y además, tendrán que devolver los 2,4 millones de libras del erario público que gastaron en la reforma de su residencia oficial, Frogmore Cottage.
“Tras meses de conversaciones y discusiones más recientes, me complazco de que hemos encontrado una salida a constructiva y comprensiva para mi nieto y su familia. Harry, Meghan y Archie serán siempre unos muy queridos miembros de la familia”, dice el comunicado, firmado por a la reina.
“Admito los desafíos que han experimentado como resultado del intenso escrutinio al que han sido sometidos los dos últimos años y apoyo su deseo de una vida más independiente”, dice la monarca.
“Les quiero agradecer todo su trabajo dedicado por todo el país, la Commonwealth y más allá, y estoy particularmente orgullosa de cómo Meghan se ha convertido tan rápidamente en una más de la familia”, prosigue Isabel II.
“Es el deseo de toda mi familia que el acuerdo de hoy les permita empezar una nueva, feliz y pacífica vida”, concluye la reina.
El anuncio oficial llega después de que la semana pasada los duques de Sussex comunicaran su deseo de dejar la primera línea de la monarquía británica para pasar a ser económicamente independientes.
